Vivir en la ciudad cerca de parques reduce el riesgo de cáncer de mama
Noticias Cuatro / Agencias
25/08/201808:30 h.“Hemos observado que las mujeres que viven cerca de espacios verdes urbanos tienen un menor de riesgo de cáncer de mama mientras que, por el contrario, el riesgo de cáncer de mama es mayor en las mujeres que viven cerca de zonas agrícolas, lo que indica que la asociación entre espacios verdes y cáncer de mama puede depender del uso que se da a la tierra”, destaca Cristina O’Callaghan-Gordo, investigadora de ISGlobal y primera autora de la publicación, informa la Agencia SINC.
Por su parte, Mark Nieuwenhuijsen, coordinador del estudio y de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal, explica que en la investigación “se vio una tendencia lineal entre la distancia a las áreas verdes urbanas y el riesgo de cáncer de mama, es decir, cuanto más cerca vivían las mujeres de los espacios verdes, menos numerosos eran los casos de cáncer”.
Este estudio “demuestra la importancia de la naturaleza para la salud, que debe formar parte de la ciudad y, en lugar de puntos dispersos, los espacios naturales deben ser una trama que comunica todo el espacio urbano y beneficia a toda la ciudadanía”, añade.
“Aún desconocemos qué características de los espacios naturales son más beneficiosas para la salud de las personas y cuál es el mecanismo que explica esta relación”, explica Manolis Kogevinas, investigador de ISGlobal y coordinador del proyecto MCC-Spain.
“Otros estudios indican que los mecanismos que podrían explicar el efecto beneficioso de los espacios verdes incluyen mayores niveles de actividad física y una menor exposición a la contaminación del aire, que se ha vinculado con el desarrollo del cáncer, aunque en este estudio no hemos podido observar estas asociaciones. Creemos que otros mecanismos, como la reducción de los niveles de estrés en las personas que viven cerca de espacios verdes, podrían explicar esta asociación, pero es necesario realizar más investigaciones para confirmar esta hipótesis”, argumenta.
Los espacios verdes se han asociado con mejoras en la salud, como un mejor estado de salud general y mental, y mayor esperanza de vida. Recientemente, se ha relacionado con un deterioro cognitivo más lento en personas mayores. En niños y niñas, se ha vinculado con mejoras en la capacidad de la atención, en el desarrollo emocional y del comportamiento, e incluso con cambios estructurales beneficiosos en el cerebro.