Un narcotraficante de hachís en activo habla sin filtros sobre su trabajo en una zona caliente: "Tiene más orgullo ser asesino que chivato"
Julio asegura que empezó en el narcotráfico "por necesidad": "En un mes se pueden ganar unos 100.000 euros"
Uno de los fugitivos más buscados da la cara en 'Territorio Pampliega' y rompe su silencio, entre lágrimas: "Quieren acabar con mi vida"
Julio es un narcotraficante de hachís en activo que reconoce que empezó sus primeros pasos en el negocio ilícito "por necesidad". "En un mes tranquilo que no haya mucho trabajo que está la cosa complicada, se pueden ganar unos 50.000, 100.000 o 150.000 euros", relata a Antonio Pampliega en el programa de Cuatro.
El joven, que prefiere no desvelar su identidad, asegura queha estado varias veces en la cárcel. "He perdido la cuenta de las veces que me han detenido, no solo por eso sino por más cosas", subraya. Julio dice que "da a diario" su "vida" por el narcotráfico. Y cree respecto a la 'narcocultura' -las prácticas sociales asociadas al fenómeno, donde la figura del narco adquiere protagonismo- que hay en las zonas más deprimidas de Cádiz que "se ha llevado de siempre".
"No ves eso como algo tan malo. Si no fuera por eso estaríamos desmayados", apostilla. Julio da detalles sin filtros de los entresijos del narcotráfico en una de las zonas más calientes del planeta.
El organigrama en el narcotráfico de hachís
El organigrama del negocio ilícito, según este joven, funciona de la siguiente manera. "Primero están los puntos, los que vigilan por si vienen tanto policía como ladrones. Después la gente de playa, guarderías, pilotos y luego el narcotraficante", explica. Julio, por ejemplo, se encuentra en la cúspide de esta estructura piramidal. "Organizamos todo desde Marruecos desde que se compra el producto", relata.
El hachís, tal y como asegura el narcotraficante en activo, entra "por tierra, mar y aire". A través de las narcolanchas, camiones y helicópteros llegan miles y miles de toneladas de esta droga. Una vez llega al campo de Gibraltar, hay narcotraficantes que cogen su camino hacia lugares como "Francia, Inglaterra o Países Bajos".
Julio asegura que en el negocio de la cocaína "hay más probabilidades de que todo salga mal". "Para mí tiene más orgullo ser asesino que chivato", comparte.
