Un investigador del periódico de Pablo Iglesias, tras ser agredido por un grupo de ultraderechistas: "Soy un hueso duro de roer"
Román Cuesta narra su agresión por parte de ultraderechistas al revelar sus identidades en redes sociales
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En 'Todo es mentira' se emiten las crudas imágenes de la agresión a Román Cuesta por parte de un grupo de ultraderechistas en la puerta de su casa donde se aprecia cómo rocían al investigador de 'Diario Red' con gas pimienta.
Ocurrió alrededor de las 23:00 horas, cuando su mujer acababa de volver a casa después de trabajar y salían a tomar un café al bar del pueblo. Tras distanciarse a 20 metros del hogar ven cómo dos individuos y una mujer salían del coche dirigiéndose hacia ellos sin mediar palabra. Uno de ellos trató de propinarle un golpe, pero el investigador fue más rápido.
Hoy reciben al mismo en el programa, quien narra la misma en el programa: ¿Le merecerá la pena continuar con su trabajo aún teniendo estas consecuencias?
El motivo de la paliza
El investigador asegura encontrarse "tranquilo" tras haber vivido este suceso pues quien lleva la procesión por dentro es su familia. Y es que Román Cuesta lleva mucho tiempo con su profesión, por lo que confiesa estar acostumbrado a recibir amenazas e intentos de coacción.
Relacionado siempre con temas de corrupción, el investigador decidió dar una vuelta a su carrera con el auge de los discursos de odio de perfiles de ultraderecha difundidos en redes sociales a través de perfiles falsos. Por lo tanto, actualmente se dedica a "desvelar la identidad de esta gente que se esconde detrás del anonimato para cometer delitos". Fue este motivo el causante de que le propinaran una paliza en la puerta de su casa.
¿Por qué grabaron la agresión?
Fueron los propios agresores quienes grabaron el video viral y lo difundieron en redes sociales pero, ¿cuál era su intención? "La última pretensión era grabar un video humillándome y apalizándome para escarmentar al resto de periodistas o activistas que nos dedicamos a desmontarles los bulos", señala el entrevistado.
Además, siguen una estrategia: "Tratar de criminalizarme a mí diciendo que yo acoso a una de las agresoras en internet cuando lo que he hecho es desvelar su identidad y desmontar los discursos de odio que estaba vertiendo a través de su cuenta". Para ello, aseguran que lleva un arma cuando en realidad tiene en la mano las llaves de su casa.
Las represalias
Román Cuesta ha tomado cartas en el asunto pues ha conseguido identificar a tres de los agresores, mientras que el cuarto "está en proceso". Además, ha interpuesto una demanda.
A aquellos que consideran que no merece la pena realizar su trabajo, el investigador asegura: "Conmigo dan con un hueso duro de roer. Yo no voy a parar, al revés, para mi esto es un chute de adrenalina para trabajar con más intensidad". Sin embargo, entiende que compañeros suyos puedan sentirse "coaccionados" por las amenazas o el acoso.
