Salud

Beber agua antes de dormir: ¿beneficio para el cuerpo o receta para un mal descanso?

se recomienda distribuir el consumo de agua durante el día
Se recomienda distribuir el consumo de agua durante el día. Freepik
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Beber agua es uno de los hábitos más esenciales y recomendados para mantener un cuerpo sano. Desde pequeños se nos enseña que el agua es esencial para el funcionamiento de los órganos, la digestión, la circulación, la temperatura corporal y muchas otras funciones biológicas. No obstante, una duda que suele asaltar en torno a este hábito es si es buena idea beber agua justo antes de acostarse por si puede provocar interrupciones en el sueño.

Durante años, esta pregunta ha dividido opciones. Mientras algunos expertos recomiendan mantener una hidratación constante a lo largo del día, otros alertan de que el consumo de agua antes de dormir puede afectar negativamente la calidad del descanso nocturno, especialmente en personas mayores o con problemas de sueño.

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¿Qué papel tiene el agua en el cuerpo humano?

El cuerpo humano está compuesto en un 60% por agua. Interviene en múltiples procesos fisiológicos: transporta nutrientes, elimina desechos, regula la temperatura, lubrica las articulaciones y participa en el metabolismo celular.

Los expertos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recomiendan una ingesta diaria de entre 2 y 2,5 litros de agua, procedente tanto de bebidas como de alimentos. Sin embargo, la distribución de esta cantidad a lo largo del día influye en cómo el cuerpo la asimila y cómo puede afectar a funciones tan sensibles como el sueño.

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¿Beber agua antes de dormir ayuda al organismo?

Desde un punto de vista fisiológico, beber agua antes de dormir podría parecer beneficioso. Mientras dormimos, el cuerpo sigue realizando funciones básicas: la respiración, la circulación y la eliminación de toxinas no se detienen. De hecho, durante el sueño el organismo lleva a cabo procesos de desintoxicación, reparación celular y consolidación de la memoria. Para poder cumplir estas tareas, necesita estar hidratado.

Además, existen ciertos beneficios potenciales de tomar un vaso de agua antes de dormir:

  • Evita la deshidratación nocturna, sobre todo en climas cálidos o en personas que respiran por la boca al dormir.
  • Apoya el sistema linfático y renal, ya que facilita el proceso de eliminación de toxinas durante la noche.
  • Previene calambres musculares, debido a que la hidratación puede reducir la aparición de espasmos nocturnos.
  • Regula la temperatura corporal durante el sueño.

Los inconvenientes: ¿por qué puede ser contraproducente?

El principal argumento en contra de beber agua justo antes de acostarse tiene que ver con la interrupción del sueño. La necesidad de levantarse a orinar en mitad de la noche, conocida como nicturia, es una de las causas más comunes de sueño fragmentado, sobre todo a partir de los 40 años.

Un estudio publicado en 2022 en la revista Nature and Science of Sleep describió que las personas que padecen nicturia tienen un 20% más de probabilidades de experimentar trastornos del sueño, somnolencia diurna y menor concentración. Esto se puede agravar con la edad, ya que los riñones pierden parte de su capacidad para concentrar la orina y la vejiga se vuelve menos eficiente.

Por otro lado, el sueño interrumpido afecta directamente a la fase REM, fundamental para la consolidación de la memoria y la salud mental. En personas con insomnio o problemas de conciliación del sueño, levantarse a orinar puede suponer no volver a dormir. Además, la falta de sueño crónica se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas y deterioro cognitivo.

Por tanto, aunque el agua es beneficiosa, su consumo justo antes de dormir puede ir en contra de uno de los pilares fundamentales de la salud: un descanso reparador.

La relación entre la hidratación nocturna y la salud cardiovascular

Un punto de debate ha sido si beber agua por la noche puede prevenir eventos cardiovasculares, como infartos o ictus. En redes sociales se pueden ver afirmaciones que indican que tomar un vaso de agua antes de dormir podría “diluir la sangre” y reducir el riesgo de trombosis. Pero, no existe evidencia científica sólida que respalde esta afirmación de forma concluyente.

La Fundación Española del Corazón (FEC) recomienda una correcta hidratación durante todo el día como parte de una rutina saludable, pero no señala ninguna ventaja específica de hacerlo justo antes de dormir.

¿Cuándo puede ser necesario beber agua antes de dormir?

Aunque haya riesgo de levantarse varias veces a orinar, hay situaciones en las que beber agua antes de dormir puede ser necesario e incluso recomendable en personas que han realizado ejercicio físico intenso por la tarde o noche, quienes viven en climas muy cálidos o duermen en habitaciones secas, personas que tengan fiebre, diarrea o enfermedades que provocan deshidratación y, también embarazadas, ya que tienen una mayor necesidad de líquidos.

En estos casos, la recomendación sería tomar pequeños sorbos de agua, y no vasos enteros, para equilibrar la hidratación sin comprometer el sueño.

¿Cómo mantener una hidratación inteligente?

Se recomienda distribuir la ingesta de agua a lo largo del día, se recomienda comenzar la mañana con un vaso de agua y mantener un ritmo constante durante las horas activas. Dos horas antes de acostarse, se debe reducir el consumo de líquidos, sobre todo si se tiene problemas de sueño o se padece nicturia.

Las bebidas con cafeína, alcohol o alto contenido en azúcar se deben evitar antes de dormir, ya que pueden interferir aún más con el descanso. En caso de tener sed por la noche, se debe optar por un pequeño sorbo en vez de un vaso lleno.

Si se necesita hidratarse con frecuencia por la noche, se recomienda consultarlo con un médico, ya que puede ser síntoma de diabetes, infecciones urinarias u otros trastornos.