Cómo tomar más agua durante el día sin darte cuenta y mejorar tu salud

Una hidratación adecuada mejora la función cognitiva, regula la temperatura corporal y favorece la salud de la piel
Cuál es la cantidad recomendada de agua diaria según la estación del año
Beber agua es una de las acciones más sencillas y esenciales, pero también es una de las más olvidadas. Muchas personas no consiguen beber la cantidad diaria recomendada, ya sea por falta de hábito, por una rutina estresante o sencillamente porque no tienen sed. Aunque no beber agua nos parezca algo inofensivo, puede tener consecuencias negativas tanto a largo como a corto plazo.
En España, distintos estudios indican que una gran parte de la población no se hidrata lo suficiente. Esto ha llevado a profesionales a insistir sobre la importancia de beber agua y también, sobre la necesidad de incorporar estrategias prácticas para hacerlo sin que suponga un esfuerzo. Para conseguirlo se pueden utilizar apps que envían recordatorios al móvil o trucos domésticos como colocar botellas en lugares visibles o añadir frutas al agua para hacerla más apetecible.
¿Por qué es importante mantenerse hidratado?
El agua constituye entre el 50% y el 70% del peso corporal y es vital para muchas funciones de nuestro cuerpo como la eliminación de desechos, la regulación de la temperatura y la lubricación de las articulaciones. Las consecuencias de no llegar a este objetivo mínimo pueden ser cansancio, dificultad para concentrarse, problemas digestivos e incluso afecciones renales si la deshidratación se mantiene en el tiempo.
La ingesta diaria recomendada es de aproximadamente 2 litros de agua para las mujeres y 2,5 litros para los hombres, incluyendo el agua que puedan contener los alimentos. Una hidratación adecuada también mejora la función cognitiva y favorece la salud de la piel.
Trucos para aumentar el consumo de agua sin darse cuenta
Adoptar el hábito de beber más agua no tiene por qué suponer un gran esfuerzo. Este hábito cuando más natural y automático se vuelva, más sencillo será mantenerlo a largo plazo.
Colocar botellas de agua a la vista y a mano
Una de las claves para beber más agua es tenerla siempre a mano. Se pueden colocar botellas en los lugares donde se pasa más tiempo como el escritorio, el sofá, la mesita de noche… Si el agua está visible, será mucho más probable que se recuerde que hay que beberla. Además, hay botellas que cuentan con medidores de cantidad para poder seguir el progreso diario y muy cómodas para ir llevándolas a todas partes.
Empezar el día con un vaso de agua
Beber agua en ayunas ayuda a rehidratar el cuerpo tras varias horas de sueño y estimula el sistema digestivo. Se puede dejar un vaso preparado junto a la cama o en la cocina la noche anterior. Este sencillo gesto, además de ser saludable, ya hace que se inicie el camino de cumplir con el objetivo diario desde primera hora.
Usar una botella reutilizable allá donde se vaya
Llevar una botella de agua encima cuando se sale de casa también hará que se beba con más frecuencia, sobre todo en el trabajo, clase o en el transporte público. Hay botellas de todos los tamaños para que se pueda escoger la más adecuada, puede ser pequeña para que no pese, e ir aprovechando las fuentes de agua potable para recargarla.
Añade sabor de forma natural
A muchas personas no les gusta beber agua porque la consideran insípida. Una solución muy saludable para todos ellos es saborizar naturalmente. Para ello se puede utilizar rodajas de limón, pepino, fresas, naranja, menta o jengibre para mejorar su sabor sin tener que añadir azúcares o algún aditivos. Estas aguas saborizadas pueden ser una solución para animarse a beber más sin darse cuenta.
Establecer rutinas asociadas
Asociar el hábito de beber agua con ciertos momentos del día, ayuda a poder mantenerlo en tiempo. Por ejemplo: un vaso de agua antes de cada comida, cuando se vuelve del baño o cuando se toma un descanso. Introducirlo de manera natural en la rutina hace que se vuelva casi automático y evita que se olvide.
Beber antes de sentir sed
El mecanismo de la sed se suele activar cuando ya hay un pequeño grado de deshidratación. Lo ideal es no esperar a tener sed para beber. Hacerlo de manera regular previene bajadas de energía, dolores de cabeza y falta de concentración, los síntomas habituales de una hidratación insuficiente.
Utilizar aplicaciones o alarmas
Hay muchas aplicaciones que están diseñadas para recordar cuándo hay que beber agua. Algunas permiten incluso registrar el consumo diario, enviar recordatorios o incluso calcular cuánta agua es necesaria según el peso, actividad física o temperatura ambiente. Otra manera es configurar alarmas en el móvil a intervalos regulares como recordatorio.
Consumir alimentos con un alto contenido en agua
Se pueden tomar frutas y verduras como la sandía, el melón, el pepino, la lechuga o el tomate que tienen un alto porcentaje de agua y son una manera eficaz de hidratarse. Incluir más de estos alimentos en la dieta contribuye de manera significativa a cubrir las necesidades hídricas diarias sin apenas esfuerzo
Reemplazar otras bebidas por agua
Sustituir al menos una bebida alcohólica o azucarada al día por agua supone un doble beneficio. Por un lado, se reduce la cantidad de calorías vacías y por otro, hay una manera adecuada de hidratación. Es aconsejable reducir el consumo de refrescos, zumos procesados o café en exceso y se recomienda optar por agua.
Convertir el agua en parte del ocio
Otra manera de integrar el agua en la rutina es hacer de su consumo un momento agradable. Tomar una infusión en un vaso bonito, utilizar botellas térmicas que mantengan el agua fresquita o a la hora de salir a tomar algo, optar por tomar agua con gas con limón, por ejemplo. Estas pequeñas acciones ayudan a adoptar este hábito sin tener que renunciar a pasar buenos momentos.