Las fuerzas de la ley han detenido al sospechoso, decía el presidente entre aplausos. Habla ahora de unidad, después de lanzar un tuit de respaldo a los republicanos que desde el principio han visto una mano demócrata detrás de todo. De los doce paquetes, siete debían llegar a Nueva York, dos a Washington DC, dos a distintas zonas de Florida y uno a California. Los dos últimos han sido interceptados a última hora del viernes.

Muchos de ellos salieron de una oficina de correos de Miami, ninguno ha estallado y ninguno ha llegado a su destino. La investigación continúa y el FBI no descarta nuevas detenciones.

Los demócratas y CNN han reprochado a Trump, su retórica incendiaria contra el partido contrario y la prensa. El presidente, por su parte, ha reconocido que estos envíos son un "acto de violencia política" pero ha señalado a los medios de comunicación como responsables.

Las autoridades estadounidenses encontraron el pasado jueves sendos paquetes sospechosos remitidos al exvicepresidente Joe Biden y el actor Robert De Niro que vienen a sumarse a los remitidos en los últimos días a destacadas figuras demócratas como el expresidente Barack Obama y la antigua secretaria de Estado Hillary Clinton. Los paquetes, eran todos similares y estaban compuestos por una tubería y cables.

Los sobres tenían en común que la dirección del remitente es la de la congresista demócrata, Debbie Wasserman Schultz, aunque con un error en su segundo apellido.