La imagen que ha ganado el World Press Photo ha sido la de un niño gazatí mutilado. La fotografía es de la fotoperiodista Samar Abu Elouf, quien quiso retratar a un menor de nueve años que perdió ambos brazos en un ataque israelí en marzo de 2024 y que fue evacuado a Doha para recibir tratamiento. Después de que Israel rompiese el alto el fuego, los bombardeos no han cesado. Ya se han registrado más de 50.000 personas asesinadas, según informa Laura Mosqueda.

La fotógrafa palestina logró capturar esa imagen para ‘The New York Times’ con el objetivo de mostrar las consecuencias de la guerra y la importancia del periodismo. Ella también fue evacuada a la capital qatarí. La imagen ha sido escogida justo el día en el que otro ataque israelí deja 30 muertos carbonizados en Gaza.

“Mahmoud quiere conseguir prótesis y vivir su vida como cualquier otro niño”, según la Fundación

La fotografía se realizó en Catar, donde Samar Abu Elouf y Mahmoud, el pequeño de nueve años, comparten el mismo complejo de apartamentos con los pocos gazatíes que consiguieron escapar para recibir tratamiento. El pequeño resultó gravemente herido mientras intentaba escapar de un ataque israelí en Gaza.

“Después de regresar para urgir a su familia a seguir adelante, una explosión le arrancó un brazo y le mutiló el otro”, ha explicado la fundación World Press Photo. “El sueño de Mahmoud es simple: quiere conseguir prótesis y vivir su vida como cualquier otro niño”, han destacado. Según la ONU, en diciembre de 2024 Gaza tenía el mayor número de menores amputados en el mundo.

El nuevo ataque israelí sobre Gaza deja a las víctimas carbonizadas

Un nuevo ataque israelí en la Franja de Gaza ha dejado una treintena de muertos en Jan Yunis, al sur de Gaza, durante la madrugada. Israel ha bombardeado varias zonas de refugiados dejando al menos 35 fallecidos. “Un niño con discapacidad, de 12 años, quedó carbonizado en la silla de ruedas. Lo cargamos e incluso sus huesos se derritieron al sacarlo”, ha lamentado Youssef Abu Alrous, hermano de una de las víctimas.

La defensa civil palestina ha trabajado durante toda la noche para recuperar los cuerpos. Los gazatíes, desesperados, los han transportado mientras buscaban una ambulancia. “Solo vimos y oímos fuego y disparos. Nada más, solo un fuego intenso y abrasador. Nosotros, los vecinos, la gente, la familia y los parientes intentamos apagar el fuego. Usamos agua y lo que pudimos para apagarlo. Logramos rescatar algunos cuerpos, pero estaban carbonizados”, ha confesado Abu Alrous.

Los palestinos hacen un llamamiento para encontrar una solución

Aunque lidian con esta tragedia cada día, los palestinos no dejan de pedir auxilio. “No hay ningún lugar seguro. ¿Adónde se supone que debemos ir? Hacemos un llamamiento a los países árabes para que encuentren una solución, se pronuncien, digan algo. Digan: '¡Alto a la guerra!'. Basta, esto es un genocidio. No puede continuar”, ha pedido Abu Alrous.

Ya van 51.000 muertos desde que comenzó la ofensiva de Israel sobre Gaza por los ataques del siete de octubre. Ahora, Hamás e Israel mantienen conversaciones para alcanzar otro posible acuerdo.

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