La tronista ha abandonado el plató tras la marcha de David porque necesitaba tranquilizarse y cuando ha vuelto ha sido sincera. Está destrozada porque en menos de dos horas se ha quedado sin dos pretendientes que la encantan y no sabe cómo lo tiene que hacer. Liz ha sentido que David le estaba llamando hipócrita y por eso no ha mostrado lo que realmente sentía por él. Antonio David le ha aconsejado que deje su soberbia de lado y muestre lo que siente, pero ya era demasiado tarde porque David ya no quería volver.