Laura, Barbie Malibú, ha sido la única pretendienta de Ángel que ha desfilado sin caracterizarse de muñeca y Jesús Reyes tiene clarísimo que no lo necesita porque ella hasta vestida de calle es una auténtica Barbie. Una opinión que no parecen compartir en plató y que ni el mismo tronista tiene. Nada más ver a Laura, Ángel tuvo la sensación de que la familia de la pretendienta había exagerado y que no era para tanto.

En plató han estado de acuerdo en que Laura es una chica mona, pero se han escuchado comentarios como que más bien era una Barbie comprada en los chinos o que tenía que sonreír porque causaba rechazo al verla tan seria. La Barbie Malibú de Ángel se ha mantenido impasible y solo ha abierto la boca para decirle a Lola que prefería ser una sosa a una suelta como ella o responderle a Olaya que ella conquistaría a Ángel hablándole por teléfono si él no la pudiera ver.

El tronista tiene la sensación de que Laura es demasiado sosa y ha puntuado su desfile con un cinco, por lo que las pretendientas de Isaac la han animado a volver a desfilar para que el tronista pudiera cambiar de opinión. Laura se ha atrevido a volver a bajar las escaleras y con la intención de dejar claro que no era una sosa, se ha sentado sobre el tronista y ha intentado contonearse de manera sensual. Sin embargo, Ángel se ha quedado a cuadros y le ha preguntado que qué había hecho. Al tronista no le ha parecido nada sexy el movimiento de Barbie Malibú y le ha pedido a Steisy que se levantara para que le demostrara lo que era un movimiento lleno de sensualidad.

El comportamiento de Ángel ha parecido un poco desproporcionado porque Laura estaba intentándolo, pero el programa ha continuado. Emma ha dado paso a su primera cita juntos, en la que el tronista aseguraba haberse aburrido. Sin embargo, Emma se ha visto obligada a cortar la emisión de la cita porque Laura ha abandonado el plató llorando. Consciente de que se había equivocado, Ángel ha salido a hablar con Laura y le ha pedido perdón. Asegura que su única intención era romper el hielo y que ella reaccionara. Laura parecía tener claro que lo que le pasaba a Ángel era que no le gustaba nada, pero ha terminado confesándole que es tan sosa porque no le gusta como da en cámara.

Los jóvenes han vuelto al plató y al ver la cita que han tenido, todo el mundo ha parecido tener claro por qué Ángel se había aburrido tanto. La pretendienta estaba enfadada porque Ángel había dicho que ella no era para tanto y ha estado prácticamente callada durante todo el encuentro. El tronista llegó a afirmar que prefería leer un libro a volver a tener otra cita así con Barbie Malibú.

Isaac le ha pedido a Ángel que fuera sincero y que dijera que la chica no le gustaba, pero él ha insistido en que había algo en ella que le llamaba la atención y la quería dar una nueva oportunidad. Bueno eso, y también ha dicho que estaba convencido de que si la expulsaba la iba a hundir. Emma ha querido saber qué quería hacer Laura, pero ella estaba tan afectada que no ha sido capaz de articular palabra.