Originaria de Málaga, Regina Román es una escritora ecléctica, estilista, asesora de imagen, abogada y youtuber. Cuenta con trece títulos publicados y es conocida y premiada por sus personajes femeninos, que le han llevando a ganar el premio Big Bang Novel a la mejor protagonista femenina por Adela en 'Santa Valentina tiene un plan'.
'Perverso': Desde pequeñas soñamos con nuestro príncipe azul montado en su corcel, imaginamos que viene a rescatarnos, que nos hace flotar solo con mirarnos…Pero ¿y si en lugar de eso viniera a destruirte? ¿Y si la persona de la que te has enamorado, que lo es todo para ti, te hiciera dudar incluso de ti misma?
Hay personas peligrosas entre nosotros, se acercan a sus presas a través de palabras bonitas y frases dulces, las hacen sentir que son importantes, únicas, especiales, hasta que poco a poco quedan atrapadas en una red de la que no pueden escapar. Son maltratadores psicológicos, narcisistas y perversos que se aprovechan de la bondad de sus víctimas hasta que son condenadas mucho antes de entender qué está pasando.
Una novela que narra una apasionada historia de amor imposible en la que unos personajes de distinta clase social, siendo él es un heredero de familia poderosa y ella una joven que trato de robarle en la Puerta del Sol, deberán luchar con todo para vivir su romance. Estamos probablemente ante su obra cumbre: un fantástico libro sobre el amor, la pasión, la historia y la fortaleza del deseo frente al destino.
La autora quería rendirle homenaje a la ciudad que la acogió durante dos años muy especiales de mi vida: Madrid. Y a los valientes que se atrevieron a ver más allá de las imposiciones de la época. En este paréntesis de cambio, encontró un Madrid repleto de anuncios y carteles sobre el primer centenario del Metro y como los hechos históricos y la década 1910-1920 se encuentra entre sus favoritas, empezó a investigar hasta dar con el suceso del convento de la Merced. La historia transcurrió en la que fue su calle, su barrio, el edificio donde se supone que viven los Otamendi, en la calle del Barquillo número 8, lo tenía enfrente y lo veía cada mañana. Y a partir de ahí, mirando sus balcones e imaginando a sus personajes entrar y salir, fue surgiendo toda la historia que en realidad es una increíble aventura. "Quise también resaltar ese momento de nuestra historia, donde la gran guerra rompió los esquemas del pasado, abriendo ventanas y puertas a una mezcla entre clases sociales, impensable hasta el momento. Seguía siendo “imposible” pero ya en el horizonte se oteaba un “¿pero por qué no?” Que significaba un gran paso".
Curiosamente, este año, el año de 'Días sin lágrimas', vivimos una situación de ruptura, de alteración del mundo conocido, de cambios y de adaptación forzosa. Sufrimos una pandemia, como la de la gripe que se vivió en aquel terrible 1918. El destino ha querido que la novela vea la luz en un momento con muchas similitudes.