Salvadora estaba de confidencias con su nieta Reyes en la peluquería cuando, de repente, se encontró con el vestido perfecto para sus bodas de plata. Después de mucho buscar y de probarse muchos trajes, en el momento más inesperado ha dado con uno ideal. Ahora el problema está en quién se lo va a poder hacer, pero Salvadora no tiene dudas: ¡es trabajo para las Salazar! Lo que no sabe es que están en Bali...