¡Qué desastre! La guardia de la noche de las Salazar termina con un pis en la nunca de…

  • Raquel compra pijamas para todas las Pijitanas

  • Raquel, quita el miedo a su hija: “Aquí no hay lobos ni cuervos y las zorras están las tres dentro”

Entre conversaciones eróticas y posturas sexuales, el viaje de las Pijitanas se ha pasado en un periquete y cuando se han querido dar cuenta ya estaban haciendo noche en un precioso descampado con Noemí y su madre convertidas en la guardia de la noche. Eso sí, la noche no ha podido ser más divertida. Noemí se ha reído tanto que ha terminado haciéndose pis en la nunca de su madre.

La primera parada del viaje de la Pijitanas no ha sido en una casita rural ni en un hotel de cinco estrellas, ha sido en mitad del campo. El grupo de amigas quería dormir bajo las estrellas y Raquel se ha encargado que lo hicieran monísimas para no perder la costumbre. La madre ha preparado un pijama igual para cada una eso sí, cada uno con unas letras distintas para que entre todas hicieran una fiesta de pijamas y se puediera leer en sus pechos eso de… “¡Pijitanas!”. Lo que Raquel no podía imaginar es que embargada por la emoción no iba a saber ni que había puesto en las camisetas. Podía poner cualquier cosa, menos Pijitanas.

Tras un rato muy divertido con los pijamas, Raquel y Noemí han sido las agraciadas con el primer turno de la guardia de la noche para evitar que nadie perturbara el sueño de las pijas. Raquel estaba feliz de estar junto a su hija al aire libre y viendo las estrellas bajo una manta, pero a Noemí le han entrado los miedos y ha sentido que iban a ser atacadas por los animales. “Aquí no hay lobos ni cuervos y las zorras están las tres dentro”, ha intentado tranquilizarle su madre, pero no ha sido suficiente.

Noemí ha querido subirse al techo de la autocaravana para vigilar y en ese momento ha venido el problema. A madre e hija les ha entrado un ataque de risa que ha terminado con Noemí haciéndose pis sobre el cuello de su madre en mitad de la noche.