A las siete de la mañana, el presidente iniciaba su caminata en Sanxenxo. Una ruta por pavimento en lugar de terreno más blando y, al volver a casa, sufrió un ataque de lumbalgia. Por ello, el tradicional despacho con el Rey en Marivent se retrasaba dos horas y cuarto, un encuentro al que Rajoy acudió asegurando estar en forma. "Faltó moderación", decía al final de la rueda de prensa.