El análisis de Carles Puigdemont sobre las elecciones que se celebraron el 21-D en Cataluña ha sido claro: "España tiene un pollo de cojones", ha dicho, literalmente. La frase se le ha escapado mientras mantenía un desayuno-videoconferencia con los consellers para comentar los resultados de los comicios, que dejan como favoritos para gobernar (debido a su mayoría independentista en el Parlament) a Junts per Catalunya, apoyador por ERC y la CUP.