La realidad de los camareros españoles en Irlanda: sueldos más altos, pero problemas con la vivienda

  • Camarero gaditano en Irlanda: “Los camareros ganamos 2.500 euros más las propinas, casi 3.000”

  • “Estoy contento aquí porque nos pagan las vacaciones, nos dan las propinas y los jefes son más cercanos", asegura el camarero gaditano

  • Un joven que vive en un trozo de salón separado por un biombo: “Tengo menos intimidad. Duermo en el salón y no tengo una pared real”

Las condiciones laborales de los camareros en España han empujado a muchos de ellos a querer marcharse de su país de origen para buscar nuevos horizontes. Quieren mejores contratos, más dinero y eso los lleva a emigrar a lugares como Irlanda.

Allí, los sueldos son más elevados, pero en ‘Fuera de cobertura’ hemos descubierto que, pese a ganar más, también existen algunos problemas, y el principal tiene que ver con la vivienda. Los alquileres son desorbitados y muchos se tienen que conformar con un reducido espacio de la casa para vivir.

En la zona de Temple Bar, una de las más populares de Dublín, Alejandra Andrade ha podido hablar con uno de sus camareros. Un gaditano que asegura que ha mejorado muchísimo sus condiciones laborales, con respecto a España.

“Estoy contento aquí porque nos pagan las vacaciones, nos dan las propinas, los jefes son más cercanos, no cobramos en negro y los festivos nos pagan el doble”, afirma el camarero. “Los camareros ganamos 2.500 euros más las propinas, casi 3.000”, añade.

Sin embargo, hay una ‘cara B’ de todo esto y es un problema al que se enfrentan algunos camareros que viajan a Irlanda en busca de oportunidades: la vivienda. ‘Fuera de cobertura’ ha podido ver la vivienda de un joven que vive en un espacio muy reducido.

Un chico sevillano que trabaja en Irlanda, que está muy contento con el salario que gana y las condiciones laborales, pero que tiene que pagar una amplia suma de dinero por vivir en un trozo de salón. Una zona que separa del resto de la estancia con un biombo. “Tengo menos intimidad. Duermo en el salón y no tengo una pared real”, explica el joven”.