Mónica, indignada con su cita: “¿Para qué has venido a ‘First Dates’?”

  • Emilio le explica que él no cree en el amor para toda la vida: “Todo se termina”

  • Mónica, ante las teorías de Emilio: “¿No te puedes fiar de las chicas que salen de noche?”

  • Emilio: “Como buen gaditano trabajo cinco meses al año y siete meses estoy a verlas venir”

Emilio es un alma libre al que le gusta trabajar muy poco, que presume de las arrugas que le salen de pasar los días al sol y que no cree en el amor para toda la vida. Una filosofía de vida que ha chocado de frente con la de Mónica, una sanitaria que no saber qué busca un chico como él ‘First Dates’ si no cree en el amor.

Emilio es un tipo muy extrovertido, alocado y a la par tranquilo. Es un tipo sano y trabaja en un gimnasio al aire libre. Asegura que no liga porque él no es un vende motos y dice las cosas como son. Busca a una chica que se lo pase bien y le acompañe porque es un culo inquieto “como buen gaditano trabajo cinco meses al año y siete meses estoy a verlas venir”.

Mónica, su cita, es una mujer muy correcta y muy sincera, que no sabe mentir. Se considera una chica muy activa, pero también se toma sus ratitos de relax. Al ver a Emilio, le ha gustado lo que ha visto y rápidamente han comenzado a hablar.

La cena de Mónica y Emilio no ha empezado demasiado bien. Ella le ha echado unos cuantos años de más y a él no le ha molestado “estas arrugas son de estar al sol diez meses al año”, pero no le ha gustado demasiado. Algo que también le ha pasado a ella cuando él le ha dicho que no había tenido buenas experiencias con enfermeras porque tenían mucho trato con sus compañeros de trabajo. Ella le ha dicho que en su puesto de trabajo no había ligoteos, pero él lo ha puesto en duda “no, no te equivoques, todas no somos así”.

“¿Para qué has venido a ‘First Dates’?”, es lo que ha estado a punto de soltarle Mónica a su cita cuando le ha dicho que él no cree en el amor para toda la vida y que todas las relaciones tiene fecha de caducidad. Su cita no ha comenzado bien y ha ido de mal en peor. A Mónica le ha indignado muchísimo que Emilio le dijera que no se podía buscar el amor por la noche porque la gente iba a lo que iba. Ella sale de noche y no cree que las cosas sean así, pero ha decidido mantener la compostura.

Emilio se ha quedado con ganas de enseñarle a hacer una flexiones bajo el sol de Cádiz, pero ella ha tenido claro que si no le volvía a ver mucho mejor.