Guerra de tartazos en ‘First Dates’: “Estás muy loca”

  • Annabelle pide a Óscar que le dé un tartazo en la cara con el postre: “Más crema”

  • Óscar, sobre Annabelle: “No te voy a dejar escapar por el idioma, pueden traer el postre porque está arreglada la cosa”

  • Annabelle, sobre Óscar: “Sin gafas es otra persona”

Óscar venía a ‘First Dates’ en busca de una mujer que compartiera sus aficiones y le diera tranquilidad, pero se ha encontrado con una inglesa “very crazy” y ha terminado su cita a tartazo limpio. En ‘First Dates’ nunca dejamos de sorprendernos.

Óscar se define como un loco del deporte “si no trabajo estoy entrenando”. Sale muy poco “solo a cenar” porque por la mañana temprano se va con la bicicleta de ruta. Su pasión es la bici y no ha tenido mucho tiempo para enamorarse.

Annabelle, su cita, es inglesa y es profesora de inglés, y ha entrado en el restaurante como un auténtico huracán. Su español está en proceso, pero todo el mundo se entiende si hay ganas y ha comenzado su cita con Óscar hablando de sus lugares de residencia.

Óscar no es su tipo, pero le ha parecido muy buena persona y le ha encantado que Óscar practicara ciclismo porque a ella le encanta montar en bici “me pongo mis cascos y estoy en mi mundo”. Poquito a poquito han ido descubriendo que tenían un montón de cosas en común y han comenzado a sentir algo especial.

Annabelle ha querido saber cuál era el lugar más lejano que había visitado Óscar y ella le ha contado que le encantó Estados Unidos “es como las películas” y él ha tenido claro que lo suyo iba a funcionar “No te voy a dejar escapar por el idioma, pueden traer el postre porque está arreglada la cosa”. El color de sus ojos también lo tienen en común y cuando Óscar se ha quitado las gafas, a Annabelle le ha gustado un poquito más “Sin gafas es otra persona”.

Su cita ha sido muy divertida, pero cuando se han quedado a solas, la situación se les ha ido de las manos. Annabelle se ha vuelto loca echándole nata a su cita en el flan de Óscar y él no sabía cómo decirle que parara, sin saber cuál era su objetivo. La soltera quería que su cita le estampara el postre en la cara y no ha dudado en pedírselo.

Óscar no podía creer lo que estaba pasando, pero al verla tan convencida, se ha atrevido a estamparle el plato en la cara y luego le ha tocado a él. Muerto de la risa, Óscar ha tenido claro que Annabelle estaba muy loca, pero que esa era la locura que él necesitaba en su vida.