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Sistemas de transporte para perros en el coche: ¿Cuál elegir?

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Un perro en el coche también necesita de un sistema de sujeción seguroIstock
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Transportar a nuestro perro en coche de forma segura no sólo protege su vida, sino también la de los pasajeros. Un perro no puede disponer de movilidad para invadir la parte delantera de nuestro vehículo, es decir, nunca debe ir suelto en el habitáculo, ni sujeto en los brazos de alguno de sus ocupantes, ni siquiera en las del copiloto. Las razones son varias, en primer lugar, puede causar accidentes al provocar la distracción del conductor, pero además de esto, debemos tener en cuenta en que caso de frenazo o accidente el perro pasa automáticamente a convertirse en un proyectil. Esto, obviamente es causa de graves lesiones en el animal y en los ocupantes de vehículo.

Por todo esto resulta de gran utilidad acostumbrar al animal al uso de un sistema de sujeción, y mucho mejor si se le acostumbra desde cachorro. Es muy importante enseñarle a viajar sujeto, en transportín o separado por un sistema que impida el acceso al habitáculo.

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¿Cuáles son las ventajas y los inconvenientes de los distintos sistemas de sujeción para viajar con perro en el coche?

Para adentrarnos en las ventajas e inconvenientes de cada sistema de retención es muy importante tener en cuenta el tamaño del perro, así como el tipo de vehículo.

Actualmente no existen sistemas homologados para el transporte de nuestro perro en el vehículo. A la hora de decidirse por uno de ellos es primordial conocer sus características, así como los niveles de seguridad que ofrecen. Estos son los principales:

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  1. Arnés con cinturón de seguridad. Los arneses con un solo punto de anclaje no suelen ofrecer suficiente protección, ya que pueden romperse en caso de impacto fuerte y también tienen un amplio margen de desplazamiento en caso de accidente. Es recomendable optar por arneses con doble enganche al cinturón de seguridad o a un anclaje ISOFIX. Una ventaja añadida en este tipo de sistemas de sujeción es su facilidad de uso.
  2. Trasportín: Pueden ser de plástico rígido o de material flexible. Se recomienda colocarlo en el suelo del maletero o detrás de los asientos delanteros. También existe la opción de una jaula metálica, la estructura es más resistente, pero los movimientos a los que está sometida son más bruscos. Es muy importante no sujetar el trasportín con el cinturón de seguridad si no ha sido probado en ensayos de crash-test, ya que en caso de un frenazo o impacto el trasportín no soporta las fuerzas generadas.
  3. Rejilla separadora: separa el maletero del resto del coche, el perro viaja en la parte trasera sin acceder al habitáculo en donde se encuentra el conductor, pero no evita que el animal sufra heridas graves cuando suceden accidentes a alta velocidad. El uso único de la rejilla no suele ser suficiente para garantizar la seguridad del perro, aunque si protege al resto de ocupantes del vehículo.

Homologado vs probado y certificado

Ahora que ya conoces los diferentes tipos de sujeción conviene aclarar una serie de términos que suelen acompañar a algunos de estos productos. La ausencia de normativa sobre cómo deben ser los elementos de sujeción de la mascota en el coche hace difícil la evaluación de cada uno de ellos, si bien, hay algunos preceptos que son de sentido común a la hora de decantarnos por un sistema de sujeción adecuado para nuestro perro. Vamos a analizar algunos de ellos.

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A la hora de elegir uno de esos sistemas de retención debemos ver cuál es el que mejor se adapta a nuestro animal, debemos tener en cuenta tanto el peso, el tamaño, la calidad de los materiales del producto elegido y sobre todo y ¡cómo no! la seguridad que ofrecen. Es importante en estos casos no dejarse llevar por palabras como ‘homologado’ o ‘garantizado’ ya que esto no es prueba de la seguridad de un producto. Decantarse por una opción que asegure la máxima seguridad es vital. SI un producto ha sido certificado significa que ha sido testado por terceros y que ha recibido un certificado que avala que cumple unos estándares en base a una normativa.

Cuando estemos estudiando la compra de un sistema de sujeción es determinante analizar las pruebas a las que ha sido sometido y la certificación que un producto reúne. Los ensayos de crash test o pruebas de impacto forman parte de ese proceso de certificación que garantiza un cumplimiento estandarizado y verificable por terceros.