El barrio de San Antonio, en Ibiza, no descansa por la noche. Los turistas ingleses continúan bebiendo en la calla entre manteros y prostitutas que intentan captar a jóvenes clientes. Pero hay algo que llama la atención y que se ha puesto muy de monda este verano. Una legión de vendedores ofrece globos en la calle por 5 euros, se trata de óxido nitroso y se conoce como el gas de la risa.