Esta misma semana una información llamaba la atención de los medios de comunicación. Según una publicación inglesa, Vladímir Putin podría padecer una enfermedad terminal que le habría llevado a tomar las atroces decisiones que está llevando invadiendo Ucrania.
'En el punto de mira' ha entrevistado a Oliver Cromwell, exalmirante de Royal Navy, para averiguar qué puede haber de cierto en esta información. Cromwell ha puesto el foco de atención en las últimas apariciones públicas de Putin y ha señalado los que podrían ser indicios de que padece efectivamente una enfermedad terminal:
"Algunas personas han apuntado señales en su cara y en su cuerpo que podrían llevar a pensar que padece algún tipo de cáncer (...) Se observa una clara inflamación en su rostro y en su cuello que podría deberse a un tratamiento contra el cáncer posiblemente con esteroides (...) Que en sus encuentros con otras personas se coloque muy alejado de ellos puede deberse a que su sistema inmunológico está muy debilitado".
Para Cromwell, el comportamiento violento e inesperado de Putin casa a la perfección con las acciones que otros "dictadores autoritarios del pasado" han llevado a cabo al saberse enfermos: "Él está muy concienciado con tomar Kiev, derrocar su gobierno e incluso matar a Zelenski y todo su entorno, ese sería un gran legado para él tras su muerte".