‘En el punto’ de mira ha hecho una amplia investigación sobre los ‘okupas de pandemia’, los okupas que han aprovechado el confinamiento para meterse en las casas a las que sus dueños, por la emergencia sanitaria, no podían acudir. Es el caso de Álex, un propietario de Aragón que compró una casa con una enorme parcela que tiene dos piscinas y una pista de tenis y que le costó “alrededor de 80.000 euros”.
El pasado 20 de julio, cuando comenzaron los rebrotes de la temida segunda oleada del coronavirus, unos okupas entraron en su casa, cosa que él supo una semana después gracias a unos vecinos. Él no se había ido a vivir allí todavía porque quería reformar la casa y los okupas, en directo, le han dicho que es un “empresario que tiene otra casa en la que vivir”, que no es otra que la de sus padres.
La reportera del programa ha podido entrar en la casa y escuchar la versión de la mujer que la ha okupado, que le ha asegurado que con su sueldo de limpiadora no se puede pagar el alquiler. Álex ha podido entrar en la vivienda gracias a la mediación de ‘En el punto de mira’ y, aunque en principio, él y su okupa no han llegado a un acuerdo, más tarde, ha comunicado al programa que, por fin sus usurpadores se han marchado voluntariamente.