La otra cara de la morosidad: personas pudientes que no pagan porque no quieren

'En el punto de mira' ha investigado algunos casos de morosidad en viviendas de lujo. A menudo imaginamos que la morosidad tiene que ver con personas poco pudientes que no quieren o no pueden pagar, pero nada más lejos de la realidad.

En Benidorm conocemos Justa, propietaria de un piso de lujo. Ella alquiló su piso durante tres años a una persona cuya vida es de alto standing. Al cuarto año, decidió no renovar el contrato y fue entonces cuando el inquilino dejó de pagarle, sumando unas deudas de casi 12.154 euros a Justa entre el alquiler no pagado, los gastos de comunidad o el abogado y el procurador para iniciar el proceso legal, entre otras cosas.

Después de haberse escondido en otra vivienda del complejo en el día en que tenía que abandonar el piso de Justa, 'En el punto de mira' consiguió arrinconar a este moroso que admitió que no pagaba porque no quería y que se había cuidado bien de no firmar nada a su nombre.