Fabiola Martínez y el peligro de tomar leche cruda: “Comí queso sin pasteurizar, me sentí culpable por lo que le había ocurrido a mi hijo”

  • El consumo de leche cruda o sus derivados durante el embarazo provoca serias complicaciones en la gestación

  • Fabiola Martínez y Bertín Osborne tuvieron un hijo en la semana 29 de gestación: “Se infectó de listeriosis por un queso que consumí”

  • El mercado negro de la leche cruda: peligro para la salud humana al margen de las normas marcadas por Sanidad

Es el primer alimento que probamos al nacer. La leche es algo que el ser humano consume a lo largo de toda su vida y que forma parte de su alimentación habitual. En los últimos tiempos se ha puesto de moda una costumbre que entraña ciertos riesgos: la de tomar leche cruda.

De los peligros que ello puede suponer sabe mucho Fabiola Mártinez, exmujer de Bertín Osborne y madre de dos de sus hijos. La empresaria le ha contado a Verónica Dulanto que durante el embarazo de su primer hijo, Quique, en la semana 29 de gestación consumió algo peligroso para el feto: “No sé exactamente lo que fue pero consumí algo que tenía la bacteria listeria provocándome una listeriosis, una infección que aceleró el parto”.

Fabiola nos ha explicado que esta bacteria afectó a todos los órganos de su hijo: “Tuvimos suerte porque normalmente los fetos con esta infección mueren”. La empresaria venezolana cree que fue un queso lo que provocó su infección: “Yo me ponía morada a quesos durante el embarazo pero no tenía ni idea de lo que me podía pasar, no estaba informada de lo peligroso que era comer lácteos sin pasteurizar”.

El peligroso mercado negro de la leche cruda

Desde los años ochenta la comercialización de la leche está controlada, pero sin embargo ha surgido durante los últimos años un mercado negro que se encarga de vender leche, obtenida directamente del animal, sin pasar por los necesarios controles y filtros.

Tal y como nos ha explicado un ganadero, la leche al menos debería hervirse antes de consumirse: “Sanidad nos dice que la leche hay que hervirla antes de consumirse para acabar con cualquier bacteria que pueda contener”. Sin embargo, las granjas con máquinas expendedoras de leche cruda ofrecen el líquido sin hervir: “Queda en manos del consumidor, son ellos los que tienen que hervirla en su casa”.