Cámara oculta: dos reporteros se hacen pasar por una pareja para investigar el dinero negro y los banquetes ilegales en las bodas

  • Dos reporteros se hacen pasar por una pareja que busca una finca para celebrar su boda

  • El propietario del recinto reconoce que no tiene licencia y nos habla de una trampa en caso de ser pillados

  • Hablamos con dos parejas afectadas por el caso del restaurante 'La Campana' que se declaró en banca rota teniendo 30 bodas apalabradas

En Madrid hay 130 fincas que actualmente están celebrando bodas: solo 30 tienen permiso y el resto nunca lo tendrán porque están en espacios naturales protegidos ¿Cómo es posible que sigan actuando? ¿En caso de ser pillados, qué pasa con la boda prevista y el dinero abonado?

'En el punto de mira' se cuela en una de estas fincas gracias a dos redactores que se hacen pasar por una pareja que quiere casarse. El propietario nos reconoce que no tiene la licencia necesaria para celebrar “actos sociales y familiares” pero nos devela la trampa que llevaría a cabo si nos pillasen antes de la boda: “Decimos que somos colegas, te devuelvo todo el dinero, tú haces la boda y yo te he dejado la finca porque somos súper amigos”.

Pero esta no es la única irregularidad que el propietario de la finca nos ofrece. Cuando le preguntamos por la posibilidad de pagar parte de alquiler en B, su respuesta ha sido: “Lo tendrías que hablar con mi hermano, aunque sé que alguna vez lo han hecho”.

Hablan dos parejas afectadas por el caso del restaurante asturiano 'La Campana'

Pero esta práctica puede suponer un riesgo para los novios que aceptan pagar la ceremonia en B. En Asturias, la Agencia Tributaria investigó al restauranteLa Campana’ por cobrar parte de los banquetes nupciales en negro y, cuando Hacienda les reclamo 330.000 euros, echaron el cierre y se declararon en banca rota. El restaurante tenía apalabradas más de 30 bodas y la mayoría de las parejas se quedaron sin celebración y sin dinero.

Una reportera de ‘En el punto de mira’ ha hablado con dos matrimonios afectados por este caso, que estuvieron a punto de quedarse sin boda y que no vieron jamás el dinero que habían adelantado como fianza: “Nos quedamos sin convite a una semana y media de la boda”, explica una de las entrevistadas.