Manu Carreño, tras la no dimisión de Luis Rubiales: "Va a arrastrar con él a toda la Federación de Fútbol"

  • Luis Rubiales no dimite como presidente de la RFEF

Giro de guión en el que todos esperaban que iba a ser el anuncio de dimisión de Luis Rubiales, que se ha presentado ante todos como una víctima del 'falso feminismo' y ha asegurado que su beso con Jenny Hermoso fue permitido.

El periodista de deportes Manu Carreño ha explicado 'En boca de todos' lo que habría hecho que Luis Rubiales, en contra de lo que todos esperaban, decidiese no dimitir: "Solo uno de los presidentes autonómicos le ha dicho que debería irse, algo que le ha envalentonado y ha decidido morir matando, porque esto va a arrastrar a toda la Federación de Fútbol. Rubiales no se va a ir hasta que un juez se lo diga".

"Ha llegado el momento de decir algo. Me he equivocado y no era el momento de hacer ese gesto. ¿Es tan grave como para que yo me vaya? No voy a dimitir", anunció. Seguido de "No voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir. Digo yo, ¿qué es lo que he hecho? ¿Un pico consentido para sacarme de aquí? Voy a luchar hasta el final", ha dicho durante su rueda de prensa.

"Ahora se va de vacaciones, que sabe que van a ser largas, y pone en el foco a Jenny. Va a llegar un día en el que la justicia tenga que decidir y le van a pedir su versión tanto a Rubiales como a Jenny", ha continuado el presentador.

Luis Rubiales explica el beso de Jenni Hermoso

"Fue espontáneo, mutuo, eufórico y consentido, que esta es la clave de todas las críticas. Fue consentido, esta jugadora falló un penalti y yo tengo una gran relación con todas las jugadoras, hemos sido una familia durante más de un mes y tuvimos momentos cariñosos en esta concentración", aseguró durante su intervención.

Rubiales relató con al futbolista le levantó del suelo. "Y casi nos caemos y al dejarme en el suelo nos abrazamos (...) me subió en brazos y me acercó a su cuerpo y le dije olvídate del penalti y me contestó eres un crack y yo le dije ¿un piquito? y ella dijo vale. Se despidió con un último manotazo en el costado y se fue riendo. Esa es la secuencia de todo".

"Por lo tanto, no hay deseo ni posición de dominio y toda la gente lo comprende también", añadió Rubiales, para quien no se trata de hacer justicia "sino de ejecutar un asesinato social".