La policía descubre un after ilegal escondido detrás de la estantería de un local en Madrid: ''Había orgías''

  • Se trataba de una especie de guarida donde practicaban sexo en grupo y presuntamente consumían drogas.

  • Todo salió a la luz durante un control rutinario de un local en el barrio de Usera en Madrid

  • El programa ha hablado con el dueño del bar quien afirma que ''todo lo que han dicho los agentes es mentira''

La policía ha descubierto una sala ilegal escondida detrás de una estantería en un local de Madrid, se trataba de una especie de guarida donde practicaban sexo en grupo y presuntamente consumían drogas.

Como si de una película se tratara, todo salió a la luz durante un control rutinario de un local en el barrio de Usera en Madrid. La policía tuvo que desalojar a la mitad de los asistentes debido a que el aforo se superaba con creces. La policía descubrió el secreto del gran éxito del local gracias a que uno de los desalojados se chivó.

Los agentes entraron en busca del escondite y el dueño del bar les mostró lo que había detrás de la estantería: una cocina sucia y en mal estado. En su interior había cuatro mujeres y cinco hombres escondidos, los agentes pudieron encontrar dinero en efectivo confirmando así sus sospechas: tras las cocinas de este local se organizaban orgias bajo pago.

‘En boca de todos’ se ha trasladado hasta el polémico bar para hablar con Pablo, el dueño, quien lo niega todo e indica que todo lo que han dicho los agentes ‘es mentira’. Pablo ha querido explicar su situación: ‘’Nosotros tenemos cierto horario que lo cumplimos, de seis a doce de la noche, todos los días’’.

El dueño del local afirma que su bar funciona como after ilegal: ‘’Esto es un negocio familiar donde está mi mujer, mi madre, mi padrastro…Lo que hemos decidido es hacerlo funcionar como after, pero no es un after porque no tiene licencia de after, pero tiene licencia de bar’’.

Pablo ha asegurado que en la cocina secreta no se llevan a cabo orgías, que lo único para lo que utilizan esa dependencia es para que la gente entre cuando no hay espacio suficiente en el interior del bar.