Dani pone la casa de Plasencia a la venta y tiene un emotivo momento con su nieto José: "Me da pena, yo he nacido aquí"

Dani y Marisol han tenido que tomar una importante decisión, poner a la venta la casa de Plasencia, y es que después de que les comunicasen que han perdido el usufructo de la casa en la que viven en Sevilla tienen que encontrar un nuevo hogar y necesitan este dinero para poder hacerlo.

Aunque les costó dar el paso, Marisol y Dani comunicaron al resto de la familia que tienen que decir adiós a su casa de Plasencia donde tantos momentos han vivido juntos. Y llega el momento en el que Dani tiene que poner el cartel de 'se vende' en la fachada de la casa para buscar compradores y para ello cuenta con la ayuda de su nieto José.

"Vamos a vender la casa", le cuenta Dani a su nieto y este tarda poco en reaccionar: "Me quedo mudo porque estoy triste, ¿por qué vas a vender la casa si tiene de todo? Esta casa has dicho que cuando sea grande iba a ser mía. Me da pena, yo he nacido aquí". "La casa que yo compre en Sevilla también va a ser para ti, tú no estés triste porque si no yo también voy a estar triste", le dice Dani para que no se preocupe.

Y aquí comienza el momento en el que tienen que poner el cartel juntos. Dani no encuentra la manera de colgarlo y tiene que buscar la ayuda en el pequeño José: "No se entera de nada. Abuelo, tienes que poner urgente y te falta un número". Menos mal que estaba el hijo de La Rebe para que el cartel terminase colgado en la fachada de la vivienda, algo que le deja claro su abuelo: "Menos mal que estás tú". Aunque su nieto no queda del todo contento: "Qué vergüenza cómo ha salido el cartel, yo no lo veo bien". Aunque Dani cree que "ha quedado de lujo".

Llegan unos posibles compradores de la casa: Susi y Graciela tienen un plan

Tras colgar el cartel, una pareja llega a la casa para poder verla, después de que hayan pasado otros posibles compradores, y se muetran interesados con ella: "Me gusta mucho, lo que más me gusta son los salones con luz. Yo creo que sí, tenemos los teléfonos, nos ponemos en contacto".

Pero todavía queda un as debajo de la manga de Graciela y Susi. En una segunda visita de esta pareja y al ver que es posible que se pueden quedar sin casa, aprovechan que no está su padre para contarles algunas mentiras piadosas: "Aquí vienen unos aires que te vas a asustar de noche, da un miedo... Hay que tener en cuenta con el baño que hizo mi padre porque viene el olor de las tuberías. Y las ratas, no pongas la basura fuera". Estas y otras muchas cosas les dicen a los posibles compradores, que se van un poco confundidos, ¿qué pasará con la venta de la casa?