"La velocidad de perforación está supeditada a los materiales geológicos que nos estamos encontrando. En diferentes ocasiones les he comentado que la unidad geológica en la que nos encontramos es muy compleja. Está formada fundamentalmente por filitas y por materiales de composición más cuarcítica, es decir, vamos de materiales duros a materiales más duros y ese es el motivo fundamental en el que en determinados momentos la velocidad de perforación es más lenta y, por tanto, eso ralentiza toda la operación de la perforación de la galería vertical", ha declarado en rueda de prensa, Ángel García Vidal, el portavoz del dispositivo de rescate, a los medios de comunicación.
Asimismo, ha informado que los trabajos que se están haciendo para llegar a Julen en las últimas horas vuelven a retrasarse. "Hacer una previsión es complicado y arriesgado, pero quisiera transmitirles que esperamos llegar a la cota esperada, a la cota que es nuestro objetivo de los 60 metros, al final de la noche, si todo sigue a la marcha que en estos momentos estamos teniendo", ha dicho.
"Seguimos trabajando intensamente, sin parar, y muy pronto esperamos alcanzar el objetivo deseado", ha insistido, y que no es otro que rescatar a Julen.
La zona del Dolmen del Cerro de la Corona poco tiene que ver con lo que era después de haberse movido más de 35.000 metros cúbicos de tierra en 36 horas. Como se ha venido indicando estos días por parte de los técnicos, se está ejecutando, a contrarreloj, una auténtica obra de ingeniería civil.
Además, el trasiego de medios y efectivos es continuo. Son más de 300, por turnos, los que participan en estas labores de rescate del pequeño Julen en un municipio que se ha volcado, como una asociación de mujeres que prepara comida y otras empresas de localidades cercanas que también están repartiendo alimentos entre voluntarios y efectivos.
La voz de alarma se daba el pasado domingo 13 de enero a las dos de la tarde. Unos senderistas llamaban al 112 alertado de que un niño se había caído a un pozo. Al llegar los servicios de emergencia, se encontraban con una cavidad de apenas 25 centímetros de diámetro pero de 110 metros de profundidad.
El accidente se produjo en un pozo ilegal excavado un mes atrás para buscar agua. El operario que lo realizó siempre ha asegurado que estaba tapado. Por su parte, el padre de Julen alude a que había dos piedras.
Lo importante y primordial desde el primer momento para los rescatadores fue llegar al niño. Se sondeó el pozo y a 71 metros apareció un tapón pero no hubo ni rastro del pequeño. Lo que sí se encontró fue una bolsa de chucherías y restos biológicos que se confirmó que eran del niño.
Esperanza en encontrarlo con vida han mantenido siempre estos días su rescatadores a pesar de que en ningún momento han podido contactar ni ver al niño por culpa de ese tapón.
Desde que se descartase la opción del túnel horizontal, se trabaja sin descanso en perforar dos verticales de 60 metros que superen el tapón de tierra para que, de esta forma, los mineros asturianos puedan construir una galería que conectará con la ubicación donde se encuentra Julen.
El sábado concluyó la plataforma, situada 23 metros por debajo de la boca del pozo donde se halla el pequeño. Desde ese punto comenzó alrededor de las 13.45 horas a trabajar la perforadora de manera incesante.
Cuando llegue el turno de los ocho expertos en rescate minero que participarán en estas complicadas labores, lo harán en turnos de dos. Bajarán en la cápsula de rescate, de 1,05 metros de diámetro por 2,5 de altura, diseñada por el director técnico del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga, Julián Moreno, y fabricada por herreros del municipio malagueño de Alhaurín de la Torre.
Esta cápsula, que parece un ascensor, se maneja a través de una grúa de precisión, y tiene conductos preparados de aire; además de un adosado para cargar casi 500 kilos de tierra.
Sin embargo, esta elección también se ha encontrado con obstáculos. Una capa de roca dura ha ralentizado el ritmo de la perforación. Han tenido, incluso, que hacer diferentes pausas porque las brocas que posee el equipo de rescate no pueden con el macizo.
Además, han llegado miembros de los Tedax de la Guardia Civil por si fuese necesaria su participación. Finalmente, a última hora de la tarde del domingo, han traído desde Guadalajara las brocas que esperaban para sustituir en la maquinaria.
Ha sido en la mañana del domingo 20 de enero cuando se podía ver al padre de Julen paseando y fumando en el exterior de la casa que una vecina le ha prestado a la familia y a amigos, que les acompañan.
Allí está la Guardia Civil y equipos de psicológos que no se separan de ellos.
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