Una mujer discapacitada de 60 años de Reino Unido ha intentado suicidarse ingiriendo grandes cantidades de varias pastillas. Fue su hija quien la encontró inconsciente, al borde de la muerte.
La mujer sufre de parálisis cerebral, fibromialgia, artritis y además tiene la columna vertebral torcida. No obstante, recibió una carta en la que se le informaba de que el gobierno le había suprimido las ayudas económicas que recibía tras haber visto un informe médico que aseguraba que estaba totalmente sana y que podía trabajar.
Por ello, y ante el pánico de no poder enfrentarse al pago de su vivienda, decidió tomar la decisión más drástica. Actualmente, se encuentra ingresada en el hospital y los médicos aún no han averiguado si su hígado y sus riñones están dañados tras la abusiva ingesta de pastillas.
El informe médico que afirmaba que la mujer de 60 años se encontraba en perfecto estado físico para trabajar relataba que, "durante el reconocimiento médico, la mujer se inclinó, recogió algo del suelo y levantó las manos por encima de la cabeza, por lo que tenía movimiento completo en su espina dorsal" y además añadía que la mujer "vestía demasiado elegante".
No obstante, su hija la acompañó al examen médico y afirma que nada de esto sucedió. Incluso apunta que ella misma vistió a su madre con una camiseta y unos pantalones cortos.
La abogada de la mujer explica que la carta en cuestión está plagada de imprecisiones sobre su condición médica y que esta situación pasa con mucha frecuencia.