Pablo Iglesias reaviva el debate de la legalización del cannabis: ¿Dejará de comprarse a escondidas?

Noticias Cuatro 18/10/2018 21:18

“Adultos informados tienen el mismo derecho a tomarse una cerveza; a tomarse un cubata; a tomarse un vaso de vino o cuatros vasos de vino… que también a consumir cannabis sin que sean perseguidos por ello; sin que sean estigmatizados”. Con esas palabras se ha referido Pablo Iglesias a la cuestión sobre la legalización de la marihuana, defendiendo que reportaría ingentes beneficios, se mejoraría la calidad de la droga, se beneficiaría y protegería a los menores que ahora fuman de forma ilegal, se ahorraría también dinero en las operaciones contra el narcotráfico y, por lo tanto, según él habría más ingresos para mejorar la sanidad pública. Por eso, en este debate ha pedido ser valientes, ser inteligente, dejar atrás la hipocresía y que España sea el primer país de Europa en dar el paso.

EL DEBATE DEL CANNABIS

En España, el consumo de cannabis es del 8%. Estamos más o menos al mismo nivel que Canadá, Israel, Australia y Estados Unidos. En este contexto, el gran argumento del debate es económico: el negocio de las drogas ilegales mueve en el mundo 300.000 millones de dólares. La mitad de ese dinero es para cannabis. Tasar ese consumo podría suponer entre 1.000 y 3.000 millones de ingresos extra.

Además, el argumento económico es gradual: como pasó con la ‘ley seca’, se inicia con impuestos muy bajos y, después, cuando desaparece el producto ilegal, cuando solo quedan productos de etiqueta, esos impuestos suben, por lo que podría ser incluso más.

“Todo ese dinero que se destina ahora a alimentar mafias y grupos criminales se podría percibir por materia de impuestos. Se calcula que hasta 3.200 millones de euros se podrían recaudar anualmente”, asegura Bernardo Soriano, portavoz de Regulación Responsable.

ARGUMENTOS EN CONTRA EN TÉRMINOS SANITARIOS

En términos sanitarios, la legalización permitiría la supervisión de las autoridades sanitarias y ese es el gran punto a favor, pero, en general, los argumentos son en contra.

En primer lugar, no están claros los efectos nocivos a largo plazo. En segundo, los estudios que maneja la ONU hablan de tasas de dependencia que rozan el 14%. Y en tercer lugar, los nuevos productos comestibles, –chupachups de marihuana, pasteles…–, pueden aumentar el número de consumidores, especialmente entre los menores de edad. Por eso, en términos sanitarios el debate se inclina hacia la prohibición.

“Proyecto Hombre atiende a más de 2.000 jóvenes, muchos de ellos menores, con problemas comportamentales: fracaso escolar, absentismo… Todo está muy relacionado también con el consumo de alcohol y cannabis. Necesitamos una sociedad comprometida con la protección a nuestros jóvenes”, advierte Elena Presencio, directora de Proyecto Hombre.

LOS CONSUMIDORES DEFIENDEN LA LEGALIZACIÓN

Entre los consumidores de cannabis, como Carola Pérez, del ‘Observatorio Cannabis medicinal’, una parte lo usa para aplacar sus dolores: “Después de haber probado todo tipo de medicaciones y todas las opciones de la unidad del dolor, no me había servido para nada… y ha sido el cannabis lo que me ha ayudado”, asegura, antes de reclamar: “Somos más de 100.000 pacientes acudiendo al mercado negro. Necesitamos tener tanto seguridad jurídica como seguridad sanitaria”.

El consumo de droga no está prohibido. Sí lo está traficar con ella, aunque sea una droga blanda, como el cannabis, que en España cuenta con unos mil clubes que se mueven en cierta alegalidad y sin una normativa clara.

Por su parte, “hay personas que lo usan simplemente por el uso lúdico de poder distraerse; o por el estrés del trabajo”, explica Rafael González, de la Asociación cannabica de Vigo.

Otros, más allá, inciden en esa ventaja en los impuestos que como el alcohol o el tabaco generaría la venta legal del cannabis.

“De algo que ya está pasando en España se deja de recaudar”, señala Enrique Dorta, consumidor de cannabis, defendiendo los beneficios económicos que traería su legalización.