Para bajar por el túnel vertical, el portavoz del dispositivo de rescate, Ángel García Vidal ha explicado que se hará uso de una especie de cesta con capacidad para dos o tres operarios. El equipo encargado para esta segunda fase estará compuesto por los mineros de Asturias.
Todos los procesos en esta operación se han visto obstaculizados por la maláguide, una mezcla de pizarra, arena y gneis, un tipo de terreno que es habitual en Málaga. Ha sido el motivo por el que se ha visto ralentizada la labor de quitar tierra de las montañas y de instalar las plataformas para las perforadoras.
Además, para preservar la seguridad y garantizar el bienestar del pequeño Julen, un sismógrafo mide la vibración del terreno ya que los movimientos de la máquina perforadora -de rotación y percusión- generan unas ondas con una velocidad de trasmisión.
El periódico El Mundo ha publicado en exclusiva unas imágenes del pequeño Julen de dos años. Las fotografías fueron tomadas horas antes de que el niño cayese por el pozo según han contado los padres justo antes de su caída al pozo.
Los padres de Julen están destrozados. Son escasas las horas en las que José y Vicky se han separado del pozo. Los vecinos de Totalán les ayudan con comida, café y mucho ánimo, pero también los psicólogos están con ellos para ayudarles a canalizar las emociones.
José, el padre de Julen, compareció ante la prensa para dar las gracias a todos los equipos de rescate que trabajan "día y noche" para sacar a su hijo. Asimismo, afirmó que él y Vicky, su mujer, están "muertos" pero que mantienen la esperanza de que saquen a su hijo "cuanto antes".
En los últimos cinco años el Seprona ha recibido más de 1500 denuncias por la existencia de pozos ilegales. Aún así, en ese tiempo solo se han cerrado diez y se estima que en España hay más de un millón.
Algunos, auténticas trampas, muy cerca del lugar por el que se precipitó el pequeño Julen en Totalán, Málaga. A poco mas de 10 km del pozo ilegal en el que cayó el niño ha aparecido otro. Está ubicado en una zona donde muchas familias acuden a pasar el día los fines de semana con niños. Los vecinos aseguran que han denunciado varias veces sin éxito.
No obstante, en el caso del pozo en el que cayó Julen, el pocero responsable de la perforación asegura que hace poco más un mes lo tapó con una piedra.
Según el pocero, alguien retiró la piedra y tras la caída de Julen, y al acudir al lugar, se percató de que, en torno al agujero, habían dibujado un surco de hasta cinco metros de diámetro y que el terreno había sido rebajado medio metro, justo la profundidad donde se encontraba la piedra que hacía de tapón. Un trabajo, asegura, solo posible con excavadora.