España se moviliza: ingenieros y factorías crean y desarrollan respiradores que trabajarán en los hospitales

  • Seat crea un prototipo con el motor adaptado de un limpiaparabrisas

Un respirador que apenas cabe en la palma de una mano puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte. En él ha puesto sus esperanzas el Gobierno. Es un modelo ideado para emergencias, portátil y hecho por una pequeña empresa española. Tan pequeña que fabricaban 10 a la semana, ahora serán 100 al día.

No hay datos oficiales de cuántos hacen falta pero aún así no parecen suficientes porque se ha autorizado en tiempo récord el uso de un prototipo salido de la planta de Seat en Martorell a partir del motor adaptado de un limpiaparabrisas.

No es el único modelo experimental. Ideas no faltan pero la mayoría no valen. La Agencia Española del Medicamento exige unos mínimos requisitos de calidad, seguridad y eficacia. Lo sabe bien la fundación COTEC que gestiona la mayor plataforma de España de proyectos de respiradores, con más de 4.000 profesionales.

El de Ignacio Diaz de Tuesta sí parece que pasará el filtro. Un modelo de ventilador mecánico de bajo coste de hace 30 años que médicos de Málaga y científicos e ingenieros de la Universidad ha recuperado y puesto al día. En apenas una semana ya han pasado la fase de pruebas a pacientes reales. Un respirador básico, de batalla. En breve podrían 50 unidades a la semana.

Estos modelos no están homologados ni tienen certificación europea, no hay tiempo para ello. El Gobierno ha buscado un atajo al igual que con los fármacos experimentales, entran en el apartado de investigación clínica. Serán usados si no hay alternativas, no se podrán comerciar a gran escala y requieren el consentimiento de hospitales y pacientes.