La joven activista Greta Thunberg se enfrenta a su cuarto día de navegación a través del océano Atlántico a bordo del catamarán Le Vagabonde.
Su principal objetivo es llegar a tiempo a para participar en la Cumbre del Clima que se celebra a principios de diciembre en Madrid.
Le Vagabonde pertenece a una pareja de influencers australianos que, junto a su bebé de once meses, recorren los mares del planeta y que se han ofrecido a llevar a Greta después de que esta se negase a viajar en avión por las altas emisiones contaminantes que emite el medio aéreo.
Por delante, aún le quedan más de 20 días para llegar a tiempo. Unas 4 mil millas, 6.000 kilómetros de viaje con una tripulación que vive de donativos, de sus redes sociales y del merchandising online. Ellos aprendieron a navegar, dicen, hace solo cinco años y, aunque esta vez cuentan con una tripulante profesional británica en su equipo, no dejan de acumular críticas de expertos por el riesgo de su nueva aventura.
En esta época del año el viaje se convierte en arriesgado y peligroso por las múltiples borrascas a las que se enfrentan, además del fuerte viente en contra. A esto se suma que viajar en un catamarán y con tan poca tripulación es temerario, indican los expertos.
De momento, la Cumbre del Clima espera a Greta Thumberg y a Le Vagabonde.