¿Existe una receta secreta para el éxito educativo?

SINC 12/04/2018 17:19

Finlandia consiguió la medalla de oro en comprensión lectora y el tercer y el cuarto puesto en conocimiento científico y matemático en el informe PISA del año 2000. Las marcas en esta prueba, que evalúa a estudiantes de 15 años de 30 países, suelen interpretarse como la medida del rendimiento escolar de cada país frente a los demás.

Desde entonces, se considera a Finlandia como el modelo a seguir en cuanto a resultados escolares. Sin embargo, el país nórdico no ha vuelto a repetir puestos en los rankings. Las evaluaciones educativas a gran escala obligan a los responsables políticos a buscar la ‘receta secreta’ de los países de mayor rendimiento académico para adoptar su sistema de enseñanza.

Sin embargo, investigadores como Judith Singer y Henry Braun defienden que estas imitaciones llevan a los países a tomar medidas erróneas y a prestar menos atención a aquellos usos que sí pueden ser constructivos.

PISA no es un ranking. A pesar de que sea así como se presentan los resultados, no es una mera clasificación”, confirmó a Sinc José Saturnino Martínez, experto en evaluación y políticas educativas y profesor de Sociología en la Universidad de la Laguna. “Decir que España está en el puesto 25 de entre todos los países de PISA no informa sobre nada”. En PISA, lo importante no es la posición, sino la distancia que separa a unos de otros.

FACTORES DEL ÉXITO ASIÁTICO

Las posiciones más altas en 2012 las coparon siete países asiáticos, aunque su éxito se debe a medidas como negar la inscripción en colegios urbanos a los estudiantes que proceden de zonas rurales y a que la mitad de los estudiantes que se presentaron a los exámenes recibieron tutorías privadas, de manera que el gasto del PIB ascendió un 2,6%.

Los resultados de estos países no se pueden comparar con los de Estados Unidos, Canadá o Alemania, ya que estos presentan una mayor heterogeneidad de las políticas y las prácticas del país. Además, los estudiantes asiáticos son sometidos a niveles elevados de presión que pueden ser perjudiciales.

En España, la desigualdad educativa procede, en parte, del nivel socioeconómico de las familias”, explicó Onofre Monzó, presidente de la Federación Española de Sociedades de Profesores de Matemáticas (FESPM). Monzó también afirmó que, “si en este tipo de pruebas no se contabilizase a los alumnos repetidores, los resultados de España en PISA estarían por encima de la media de la OCDE”.