200 personas se quedan en la calle por la presunta venta fraudulenta de sus viviendas, que pertenecían a la Iglesia

Los inmuebles pertenecían a la fundación Fusara
200 vecinos se quedan en la calle después de que se hayan vendido, de manera ilegal, según alegan los afectados, sus casas.
Son catorce bloques de viviendas, situados en Madrid, que pertenecían a Fusara, una fundación tutelada por la iglesia católica, que contaba con estos inmuebles en propiedad gracias a la herencia de dos familias.
El dinero de las rentas de los vecinos iba destinado a fines sociales. El pasado 30 de julio vendieron los inmuebles de forma fraudulenta, según afirman los vecinos, a un propietario que no quiere dar la cara. Se quejan de que cuando accedieron a la vivienda tuvieron que invertir en obras con la promesa de que sus pisos no se podrían vender.
Los vecinos quieren que la venta se revoque. Por ello han decidido protestar frente al arzobispado de Madrid para exigir explicaciones, con cánticos y pancartas, en las que se podían leer mensajes como "Fusara, no nos damos por vendidos".
