Acabada la manifestación, miles de personas continúan en las calles. Tratan de llegar a la Jefatura de la Policía Nacional. Con su acceso principal por Vía Laietana fuertemente custodiado, los CDR lo intentan por las pequeñas vías adyacentes. Furgones y antidisturbios de Policía y Mossos lo impiden. Los embozados van cogiendo sitio en las primeras filas. Les lanzan pelotas de goma de antidisturbios y otros objetos contundentes. Aumenta la tensión hasta que estalla tras el derribo de unas vallas de seguridad.
El número de efectivos no parece suficiente. Los CDR lo saben y buscan el cuerpo a cuerpo. Ponen en apuros a esta unidad de los Mossos. El empuje de los violentos hace retroceder a los agentes hacia las bocacalles que venían custodiando, pero se ven rodeados. Minutos de graves disturbios en el centro de Barcelona que solo empiezan a cambiar con la llegada de refuerzos y la intervención de la Policía Nacional.
La muchedumbre empieza a replegarse. Se dispersan en grupos violentos por otras zonas del centro. En la persecución, un mosso resulta herido al caerse de su furgón en marcha. Trasladado al hospital, ya ha sido dado de alta. Él fue uno de los 25 agentes heridos ayer, de un total de 44 personas atendidas por los servicios médicos. Además, hubo siete detenidos. Anoche volvieron las barricadas ardiendo al centro de una ciudad que ha despertado hoy, de nuevo, destrozada.