Caso de Gabriel Cruz: Ana Julia Quezada será juzgada por un jurado popular

Noticias Cuatro / Agencias 12/09/2018 12:57

El magistrado Rafael Soriano da así un paso más en la preparación del juicio contra quien fuera la pareja sentimental del padre del menor y autora confesa de su muerte violenta en febrero.

Ana Julia Quezada declaró por primera vez sobre los hechos que se le imputan durante más de hora y media después de que fuera detenida en la entrada a un garaje comunitario en la Puebla de Vícar, a más de 75 kilómetros de la pedanía de Las Hortichuelas y al volante de un turismo en el que transportaba el cuerpo sin vida y semidesnudo del niño, oculto en el maletero.

Por contra, en su última comparecencia ante la autoridad judicial en junio, se negó a responder a las preguntas formuladas por el magistrado para, según argumentó, salvaguardar su "derecho de defensa". Poco después, se acordaba el levantamiento del secreto de sumario sobre las actuaciones recogidas en más de 1.500 folios de manera parcial. Según adelanta este martes el periódico 'La Voz de Almería', aún se mantiene la medida sobre una veintena de estos folios.

A la comparecencia señalada para el día 17, están citados el Ministerio Fiscal y todas las partes personadas en el procedimiento, incluida la acusación popular que ejerce la Asociación 'Clara Campoamor'. El juez escuchará primero a las acusaciones y después a la defensa de Ana Julia y se concretarán los cargos.

Trece días desaparecido y la asesina estaba en casa

Durante los 13 días en los que se prolongó la búsqueda que estrechó el cerco cada vez más sobre la investigada, los padres de Gabriel se mantuvieron al frente de los llamamientos y protagonizaron incluso una multitudinaria concentración en la capital almeriense. La autopsia determinó que Gabriel Cruz falleció entre las 15,30 y 16,30 horas del mismo día de su desaparición por asfixia mecánica.

El juez sostiene que "resulta presuntamente incuestionable la participación" de Quezada en la muerte del menor y asegura que de su comportamiento "se infiere una malvada voluntad dirigida especialmente a asegurar la comisión del crimen". Indica que, como parte de ese "macabro plan criminal", se intentó dotar de una coartada haciendo labores de pintura en la finca de Rodalquilar, en Níjar y que, además, "dio una falsa apariencia de preocupación por la desaparición y suerte del niño", al que se llevó "mediante engaño o promesa de devolverlo prontamente a jugar".

"Mantuvo el engaño a lo largo de los días, aumentándolo hasta el punto de colocar ella misma una camiseta del menor en el monte", subraya el juez, lo que achaca a su deseo de "despistar a los agentes de la autoridad que practicaban la búsqueda" hasta encontrar el "momento" de poder "hacer desaparecer el cuerpo".

Apunta que Ana Julia Quezada "aprovechó un momento temporal en que sabía que iba a estar a solas con el niño", y destaca que enterró su cuerpo sin vida en un "hoyo que previamente había hecho con una pala" y luego quiso deshacerse del cadáver en un invernadero de acuerdo a las escuchas acordadas por el juzgado instructor y cuyo contenido está en una pieza separada.

"Las pruebas revelan, presuntamente, una falta de sentimientos y humanidad que ella misma ha calificado, que, de ser ciertas, serían de pura crueldad", concluye para remarcar las "abrumadoras pruebas contra ella" no solo "porque ella misma ha reconocido el luctuoso suceso" sino también por las intervenciones acordadas judicialmente y a las pruebas recopiladas por los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.