Tras la cumbre del cambio climático de Madrid que acabó en un rotundo fracaso porque no hubo ningún acuerdo, la decisión de que vamos a hacer corresponde a cada uno de nosotros. ¿Cómo podemos actuar para evitar o reducir el impacto del cambio climático?
Por si aún no se ha dado cuenta, más que importar como votantes nuestro valor está en nuestro comportamiento como consumidores y aquí menos es más. Como señala un estudio dirigido por Marta González-Moro, de 21gramos, agencia especializada en sostenibilidad: “Hay una nueva aspiración en el consumidor-ciudadano: un consumo más consciente. El 82% de los ciudadanos admira a las personas que consumen con conciencia, y 6 de cada 10 reconoce que cuando compra barato, asume que ese producto pueda estar fabricado bajo condiciones no responsables (ya sean medioambientales o sociales). Los dilemas están más presentes que nunca.”
Así que nos lanzamos a la calle para ver esos dilemas en su aspecto medio ambiental. Así, mientras en las tiendas siguen colgando los carteles de rebajas es el momento de dar una vuelta por las zonas comerciales. El consumismo desaforado es una de las causas del cambio climático, según datos de Greenpeace se extraen y emplean alrededor de un 50% más de recursos naturales que hace 30 años. Acompañados de Adrián Fernández portavoz de la Ong hemos observado algunos sinsentidos que se dan ahora en invierno y también en verano. Por ejemplo, ver como las puertas de los comercios están abiertas para que así entren más fácilmente los clientes o que las terrazas de los bares tengan calefacción.