Eran las 5 de la mañana, María Dolores y Miguel escucharon que la Guardia Civil estaba haciendo una redada en el barrio, al poco la policía tiró la puerta debajo de su domicilio y les esposó. Esta familia tuvo que vivir el registro de su casa por un error del juez, al equivocarse de dirección. “Me trataron como si fuese una bolsa de basura”, ha explicado María Dolores a ‘Cuatro al día’, “yo estoy de psiquiatra desde entonces”, ha añadido.