Tal y como habían advertido las autoridades de Moscú, la respuesta Policía a una nueva manifestación no autorizada iba a ser dura y así ha sido. Un gran dispositivo policial no ha dudado en utilizar la violencia para frenar a las más de 4000 personas que salían a la calla para exigir unas elecciones libres y sin excluir a los candidatos independientes.
Decenas de personas han sido detenidas hasta el momento, según las autoridades de Moscú, como se observa en las imágenes, las detenciones se producían por simplemente llevar una bandera rusa o por estar hablando tranquilamente con otras personas. Entre los detenidos, está la dirigente opositora Liubov Sobol, a quien las autoridades electorales negaron la inscripción de su candidatura. La dirigente política fue detenida por agentes antidisturbios cuando se subía a un taxi para dirigirse al lugar de la protesta.
Sobol, jurista del Fondo de Lucha contra la Corrupción, a la que las autoridades electorales negaron la inscripción de su candidatura, fue detenida por agentes antidisturbios cuando se subía a un taxi para dirigirse al lugar de la protesta. La Policía ha llevado a cabo una nueva ronda de detenciones y registros domiciliarios tras la última protesta y ha abierto un proceso penal por lo que ha denominado "disturbios civiles masivos", delito que se castiga con una pena de hasta 15 años de cárcel.
Esta manifestación no autorizada es la segunda tras la del pasado 27 de julio, convocada por el mismo motivo y que fue disuelta violentamente por la Policía. En esa jornada, más de 1000 personas fueron detenidas, incluidos casi todos los dirigentes que convocaron la protesta y que luego fueron condenados a diversas penas de arresto administrativo.