Vivir sin saber cuál es tu sexo

Noticias Cuatro 10/08/2015 11:45

Según informa el diario Daily Mail, Joe nació el 25 de enero de 1988 en el hospital Warneford, en Leamington Spa, con un rara malformación conocida como extrofia cloacal. Durante el desarrollo del feto dentro del útero varios procesos dejaron de funcionar y el pequeño nació sin pared abdominal, el tracto urinario y digestivo no terminaron de formarse y sus genitales tampoco llegaron a formarse.

En el momento de su nacimiento los médicos pensaban que era un niño pero nunca pudieron dar una respuesta porque su estructura genital era incierta.

“Necesita ser criado como una mujer”

Cuando Joe estaba a punto de cumplir un año su madre consiguió una cita con un urólogo de prestigio en Londres para estudiar qué procedimientos quirúrgicos podrían ayudar al pequeño. Después de los exámenes pertinentes el doctor tenía claro que “han criado a este niño en el sexo equivocado”, dijo, “necesita ser criado como una mujer”.

Finalmente, el día de su primer cumpleaños Joel fue sometido a una operación para reparar su pelvis y cerrar su abdomen y desde aquel día pasó a ser tratado como Joella. Aunque el proceso legal fue mucho más complicado. La ley británica no permitía que en la partida de nacimiento figurara el cambio de sexo por lo que oficialmente seguía siendo un niño.

La confusión de la adolescencia

En 1998, cuando Joella cumplió 10 años fue reconocida legalmente como una niña. Pero su vida había comenzado a complicarse aún más y, al llegar a la adolescencia empezó a perder el control de la situación. Joe cuenta en el citado diario que su mente no paraba de pensar en el futuro y nunca se sintió como una mujer. “Me preguntaba si mi amor por el fútbol y los coches era significativo, siempre había querido ser bombero y me sentía atraído por las mujeres”, cuenta.

A los 25 años, sumido en una terrible depresión se puso en manos de un especialista de las hormonas en Boston que realizó una prueba de cromosomas. El análisis fue concluyente: su sexo era XY, masculino.

“Yo era un hombre y había estado viviendo una mentira”, dice, “había luchado por formar relaciones y amistades pero no lo lograba porque no era yo”.

Ahora Joe ha vuelto a tomar hormonas masculinas y se va a someter a una operación para construir un pene. “Sé que tengo un largo camino por delante, emocional y físicamente”, explica, “sólo espero estar más cómodo conmigo mismo”.