La mandataria surcoreana ha visitado por sorpresa a unas tropas de la Tercera División, cuya sede se encuentra cerca de la capital, Seúl, y les ha dicho que "no se puede tolerar nunca ninguna provocación norcoreana que pueda poner en riesgo la seguridad de nuestros soldados y nuestros ciudadanos".
Corea del Norte dio a Seúl un ultimátum de 48 horas para retirar sus altavoces de la frontera intercoreana, amenazando con que en caso contrario iniciaría "una dura acción militar". Corea del Sur, sin embargo, ha rechazado la exigencia de Pyongyang, según informa la agencia de noticias estatal, Yonhap.
El ministro de Defensa surcoreano, Han Min Koo, también ha aprovechado la ocasión para enviar un mensaje de respuesta a Corea del Norte: "Corea del Sur reaccionará con firmeza ante cualquier ataque del Norte, y el Norte tendrá que asumir la responsabilidad por las acciones de represalia".
Las dos Coreas se encuentran técnicamente en guerra ya que en 1953 no concluyeron su conflicto firmando un tratado de paz, sino un armisticio. Durante décadas, se han registrado innumerables momentos de tensión, el último de ellos este mismo jueves con el intercambio de disparos en la zona fronteriza.
El dirigente norcoreano, Kim Jong Un, declaró este viernes el "estado de preguerra" y ha ordenado a todas las unidades desplegadas en la zona fronteriza que estén preparadas para el combate.