Esta es la imagen de un amanecer en la isla de Giglio. Así salía hoy un sol cuyos primeros rayos cambian esta imagen de idílica postal… a esta otra, la de la cruda realidad. Es el crucero Costa Concordia, que un año después sigue encallado en la Toscana italiana.
El barco chocó contra una roca la noche del 13 de enero de 2012. Cuatro mil doscientos pasajeros sufrieron una caótica evacuación que acabó con la vida de 32 personas.
No solo los vecinos claman para que se retire cuanto antes. Lo hacen también los ecologistas, que avisan de la amenaza potencial que constituye tener a esta mastodóntica embarcación encallada en su costa y que podría destrozar el ecosistema local.
Las autoridades italianas confirman que habrá que esperar hasta septiembre de este año… para volver en la Toscana una puesta de sol... en la que éste sea el único protagonista.