El buque español de rescate Open Arms vuelve a pedir ayuda. Busca un puerto seguro para desembarcar a las 124 personas que ha rescatado en los últimos días. De momento ni España ni Italia han respondido porque ese rescate desafía a ambos países. A Italia porque el ministro del Interior, Mateo Salvini, tiene una nueva ley que persigue el trabajo de estas ONGs y ya ha advertido que si se acercan, les confiscará hasta el barco.
Por su parte, el gobierno español prohibió hace meses al Open Arms que siguiera buscando y rescatando migrantes en el Mediterráneo.
La Guardia Costera italiana sí que ha evacuado la mañana de este sábado a dos mujeres embarazadas que viajaban a bordo del Open Arms tras ser rescatadas este viernes. Una de ocho meses y la otra ya casi con contracciones, ambas, monitorizadas y estables.
Dos días llevan todos ellos de travesía, el Open Arms desafía así directamente la prohibición que le puso el gobierno español en enero. A finales de junio, la ONG volvió a la zona para auxiliar a algunas embarcaciones pero sin subir a sus náufragos a bordo hasta ahora. Desde Moncloa ya han respondido: hasta 900.000 euros de multa le pueden caer por ese incumplimiento.