Visita ayer de la encargada de negocios provisional de España y del cónsul español en La Paz a la embajadora mexicana en Bolivia. Al término del encuentro, dos vehículos con placa diplomática española tratan de acceder al recinto, acordonado por policías bolivianos desde que cuatro exfuncionarios del Gobierno de Evo Morales fueran asilados en la residencia de México.
Es el relato de los medios bolivianos. Uno de los escoltas españoles se encara con los vecinos que temen que esos coches sean usados para sacar a los exmiembros del Ejecutivo de Morales, buscados por delitos de sedición, terrorismo y fraude electoral. Momentos de tensión que concluyen con la marcha accidentada de los vehículos diplomáticos españoles en medio del acoso de los residentes.
Inmediatamente, el nuevo Gobierno de Bolivia denuncia lo ocurrido. El Gobierno español, a través de un comunicado, ha asegurado que se trataba de una visita de cortesía y ha negado "rotundamente" que tuviera como objeto facilitar la salida de las personas asiladas en le embajada de México. PP y Vox se han apresurado en pedir explicaciones. En redes sociales, Santiago Abascal ha preguntado si la embajada de España trataba de ayudar a huir a asesinos y narcos cómplices de Morales.
El Ejecutivo en funciones ya ha anunciado la apertura de una investigación y que se darán las explicaciones oportunas en sede parlamentaria cuando concluya.