La estadounidense de 27 años, Ashley Gardner, protagonista de esta historia junto a su marido, sufría de endometriosis, una enfermedad que a lo largo del tiempo ha afectado a su calidad de vida y su relación en pareja por la dificultad de concebir hijos.
Tras más de 8 años con tratamientos de fertilidad y después de atravesar etapas en las que se hacía difícil mantener la esperanza, la naturaleza, la ciencia, la suerte, y quién sabe si quizás también la magia de la Navidad, se aliaron para que Ashley y Tony Gardner pudieran disfrutar de tener un bebé.
Hasta aquí, el suceso podría catalogarse de sorprendente, pero la realidad es que lo que acontece después de la llegada al hospital lo convierte en extraordinario.
Tras ser ingresada en el 'Utah Regional Medical Centre' en Provo, ciudad de este condado en el que residen, los doctores procedieron a practicarle una cesárea tras la que todos los reunidos en el lugar hubieron de dar la bienvenida no a un recién nacido sino a cuatro.
Ashley vio cumplido su sueño nada más y nada menos que con cuatro niñas cuatrillizas a las que llamó Esme, Evangeline, Indie y Scarlett.
De todas ellas, a diferencia de las otras, Indie apenas alcanzó el kilogramo, pero el padre de las recién nacidas, quien ha estado constantemente actualizando el estado de su mujer en las redes sociales para informar de cómo iba todo, asegura que todas "las niñas están bien y todo salió perfectamente", tal y como informa NY Daily News.
De hecho, su repercusión en las redes ha sido tal que la página de Facebook desde las que han conmovido a miles de personas cuenta con más de 300.000 'likes'.
Su historia, que no ha pasado desadvertida tampoco para diversos canales de televisión, constituye ahora un ejemplo para muchas personas que están atravesando una situación similar.