Más de 11.400 menores de edad han muerto violentamente en Siria

Noticias Cuatro / Agencias 24/11/2013 17:39

El informe, titulado 'Futuros Robados - El Precio Oculto de las Víctimas Infantiles en Siria' examina datos recibidos desde el inicio del conflicto, en marzo de 2011, hasta agosto de este año.

El número más elevado de muertes tuvo lugar en la localidad de Alepo, donde han muerto 2.223 niños, una quinta parte de la población. La zona más sangrienta es Derá, donde uno de cada cuatrocientos niños ha perdido la vida, la mayoría por bombardeos.

Las armas explosivas han acabado con la vida del 71 por ciento de las víctimas infantiles registradas en el informe, unas 7.500 muertes, 2.000 de ellas por bombardeos. Un 26,5 por ciento de los fallecidos perdió la vida por el uso de armas ligeras.

"Los niños son bombardeados en sus hogares, en sus comunidades y durante actividades cotidianas como ir a comprar el pan. Están expuestos al fuego cruzado, cuando no son abatidos por francotiradores, ejecutados, gaseados o torturados hasta la muerte", lamentó la coautora del informe, Hana Salama, a la cadena BBC.

Finalmente, se tiene constancia de que 128 niños fallecieron por los ataques químicos perpetrados en Ghouta el 21 de agosto de 2013 y que otros 112 niños fueron torturados hasta la muerte en diversos puntos del país.

El informe ha sido redactado a partir de las cifras proporcionadas por diferentes grupos de la sociedad civil siria, cuyo grado de precisión convenció al grupo de estudios londinense de la validez la información, según indica en el documento.

Las cifras, no obstante, "deberían ser tratadas con cautela y consideradas provisionales porque, a grandes rasgos, es demasiado pronto para decir si es demasiado baja o demasiado alta".

El grupo solicita a "todas las fuerzas armadas que se abstengan de fijar a los civiles como objetivo, niños incluidos". "Todas las fuerzas y grupos armados deben recibir el entrenamiento necesario para impedir que las vidas de los civiles corran peligro y registrar en documentos las víctimas que han causado para su posterior publicación", recomienda el Oxford Research Group.