Inakuwa: la ONG universitaria que vela por la libertad de las mujeres en Tanzania

  • El objetivo de la asociación es educar a la población de Rau para que en un futuro sean independientes

Inakuwa es una asociación sin ánimo de lucro que aboga por la libertad de las mujeres de Rau, un pequeño pueblo de apenas 2.000 habitantes cerca de Moshi, en las faldas del Kilimanjaro. Además, anecdóticamente nace de una llamada repentina de Jesca, una mujer que con sudor y lágrimas ha conseguido llegar a la universidad y estudiar derecho para poder ayudar a que las mujeres sean más libres en su comunidad.

La asociación se crea de la nada, con un movimiento universitario que lucha por los derechos de las mujeres en todo el mundo. Al principio la mayoría de integrantes eran del Colegio Estudio, pero actualmente se ha ampliado mucho. “La financiación la conseguimos de los diferentes eventos que hacemos”, cuenta Paula, la vicepresidenta y coordinadora del área de gestión. “El objetivo de la asociación es dar las herramientas a la población para que en un medio plazo se sepan manejar solos, sin ayuda externa, y una vez conseguido en Rau iremos a otras poblaciones”, explica María.

María Caso, presidenta de la asociación, nos explica cómo surgió todo: “Fue mucho más de una casualidad. Yo había estado en Ghana dando clases un año antes”. La realidad no es siempre como la cuentan, por eso, Paula Pita y María, vicepresidenta y presidenta de la asociación, han decidido ponerse en contacto con las autoridades de Moshi, la ciudad más cercana para realizar grandes cambios, enseñarles las diferentes materias para que la comunidad crezca tanto socialmente como económicamente.

“Cuando llegamos nos dimos cuenta de que iba a ser mucho más complicado, había que enseñar a mucha gente a leer”, cuenta María. Sin embargo, el esfuerzo ha merecido la pena, dos años después de la primera expedición pueden decir que la comunidad ha avanzado mucho. Actualmente se dan contenidos básicos de economía, medicina, derechos humanos y sobretodo perspectiva de género. Aunque con los pies en la tierra y la ayuda constante de Jesca, también tratan los diferentes derechos humanos, todavía con “mucho miedo”. “No nos meteríamos ahí si no tuviéramos ayuda legal”, asegura la presidenta.

La educación siempre es un objetivo a largo plazo con el que cuenta Inakuwa. Hay ciertos tabús que no han podido solventar por el momento, como la cultura machista y poligámica en la que han crecido. Aunque ahora tienen el apoyo de Yesca, la abogada que saben que les va a defender ante cualquier caso de maltrato.

Pese a los contratiempos que se han ido encontrando, Inakuwa es una asociación que lucha por la educación en pequeños pueblos o zonas de África, donde uno de los factores fundamentales es dar herramientas a las diferentes personas para que sepan desenvolverse sin esa ayuda externa que está creando la asociación. Un movimiento universitario que lucha por un mundo más ecuánime.