La UE no renueva el contrato con AstraZeneca para el suministro de vacunas a partir de junio

  • Sus retrasos han perjudicado seriamente el calendario de vacunación en toda la Unión Europea

  • La UE ya había iniciado acciones legales contra la farmacéutica por incumplir los compromisos de suministro

  • Estaba previsto que durante el primer trimestre del año entregase 120 millones de dosis y solo repartió 30 millones

La Unión Europea no ha renovado el contrato con los laboratorios AstraZeneca para el suministro de vacunas a partir de junio. Era algo esperado si tenemos en cuenta que la Comisión ya había iniciado acciones legales contra la farmacéutica por incumplir los compromisos de suministro y haber perdido la confianza en la empresa anglosueca. Sus retrasos han perjudicado seriamente el calendario de vacunación en toda la Unión Europea. Justo ayer, en la Cumbre Europea en Oporto, Ursula von der Leyen anunció un 'megacontrato' con Pfizer que supone la compra de 1.800 millones de dosis desde ahora y hasta 2023.

El comisario europeo para el Mercado Interior, Thierry Breton, ha anunciado este domingo que la Unión Europea no renovará el contrato con la compañía farmacéutica AstraZeneca más allá del mes de junio.

Estas declaraciones ratifican una opción que ya estaba sobre la mesa desde que la Comisión Europea presentó el mes pasado una demanda contra la compañía por haber incumplido su compromiso de entregar a los Estados miembros las dosis contratadas de su vacuna contra la covid-19.

"No vamos a renovar los pedidos después de junio. Veremos qué pasa", ha declarado Breton a France Inter este domingo.

Los problemas de AstraZeneca para cumplir con los repartos estipulados en el contrato con la UE han enfrentado desde hace meses a la compañía con la Comisión Europea. Estaba previsto que durante el primer trimestre del año entregase 120 millones de dosis a los Estados miembros y sólo repartió 30 millones.

Bruselas llegó a enviar una carta a AstraZeneca para iniciar un procedimiento amistoso de resolución de disputas. Tras constatar que este paso intermedio no facilitaba una solución, el Ejecutivo comunitario tomó la decisión de elevar el asunto a la Justicia belga.