La falta de preparación de los médicos, los plazos y la organización del sistema alargan la agonía de los solicitantes de eutanasia

  • España se convirtió el 25 de junio en uno de los únicos seis países en el mundo en aprobar una ley de eutanasia

  • Solamente en Madrid casi 300 personas han solicitado información para morir dignamente

  • En muchas comunidades se encuentran con obstáculos que hacen que su agonía se alargue

España se convirtió el 25 de junio en uno de los únicos seis países en el mundo en aprobar una ley de eutanasia. Desde entonces las peticiones son numerosas. Solamente en Madrid casi 300 personas han solicitado información para morir dignamente antes de que su enfermedad les venza. Pero, en muchas comunidades se encuentran con obstáculos que hacen que su agonía se alargue. Fue el caso de Javier, el primer madrileño en recibir la eutanasia tras meses de espera, o el de la madre de Alfonso que pese a pedirla no llegó a tiempo.

España es el sexto país del mundo en aprobar una ley de la eutanasia

Tras Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Canadá, Colombia y Nueva Zelanda, España es el sexto país del mundo en aprobar una ley que regula la eutanasia para mayores de edad que tomen la decisión plenamente conscientes "por causa de un padecimiento grave, crónico e imposibilitante o enfermedad grave e incurable, causantes de un sufrimiento intolerable". En el proceso estarán informados los médicos y antes se les debe ofrecer alternativas como el acceso a cuidados paliativos. Pero, a pesar de cumplir todos estos requisitos, la madre de Alfonso Rivera, que tuvo claro cómo quería morir ante una enfermedad terminal e invalidante como un cáncer de páncreas, no lo pudo hacer.

“Yo destacaría que mi madre, sobre todo, era una mujer inteligente, libre y con la mente muy avanzada”, señala Alfonso Rivera y su decisión era “cortar y decirle a la enfermedad: ‘Hasta aquí llegas porque ya me voy, no me vas a deteriorar más, me voy a ir en unas condiciones en las que yo puedo despedirme de la gente, de la gente a la que quiero, sin dejar que tú me venzas. Yo te voy a cortar las alas, enfermedad’”.

Burocracia, una ley reciente y falta de conocimiento de los facultativos

Pero no pudo, murió antes. No imaginó que su derecho se perdería entre burocracia, una ley reciente y falta de conocimiento de los facultativos. “Que allí en Extremadura no les habían preparado para este tema, ni había una lista de objetores, que es lo que tenía que haber habido, y bueno nada, y que le pillaba muy verde y que no”, explica su hijo.

“Hay mucho médico que objeta tal vez no tanto por razón de conciencia sino porque materialmente no pueden o porque sería demasiado complicado tratar un tema de eutanasia”, señala Loren Arseguet, portavoz de la Asociación Derecho a morir dignamente.

Precisamente, ese fue el primer escollo de Javier Serrano, enfermo de ELA. “Lo que obró mal fue el hecho de no decirme en un principio que era objetor de conciencia. Lo hubiera sacado a la luz dos meses antes y hubiese forzado un poco más a la Comunidad de Madrid para que este último paso lo hubiera dado antes”, dijo 20 días antes de morir en una entrevista para el programa ‘Todo es verdad’. El miércoles fue el día que se aprobó por un comité su eutanasia. Se convirtió así en el primer madrileño en recibirla. “Que hasta aquí he llegado y me voy pero muy, muy feliz, de veras”, decía con una firmeza que solo se rompía al hablar de sus nietos.

Desde el mismo 25 de junio que se puso en marcha la ley, la falta de preparación de los médicos, los plazos y la organización del sistema que depende de cada comunidad autónoma alargan la agonía de una muerte no deseada.

“Hay una parte que es normal que sea difícil. Es una ley nueva, es un acto que hasta ahora no se ha practicado, pero es verdad que hay trabas ideológicas, que en Andalucía hay pacientes que quieren solicitarla y no saben qué hacer”, indica Arseguet; mientras que Rivera lamenta que su madre “se ha ido un poco desencantada y engañada”. “Cómo es que hay una ley, cómo es que reúno todas las condiciones, cómo es que me voy a una notaría, cómo es que gasto dinero, cómo es que hago todo esto y no se cumple mi deseo”, añade.